Enferma desde hace años y más deteriorada aún tras sufrir la pandemia del Covid-19, nuestra sanidad pública sufre problemas crónicos y estructurales que, pese a su gravedad y virulencia, no constituyen su principal “patología”, que no es otra que el abandono que sufre por parte de las distintas administraciones públicas y partidos políticos.
La urgente necesidad de mejorar y reforzar nuestra sanidad, tan clara, tan mayoritariamente aceptada no hace tanto tiempo, ha quedado relegada, por no decir deliberadamente retirada, de la agenda pública y política de unos y otros. En las esferas de poder ya nadie quiere salvar la sanidad, ya nadie quiere cuidar a los que cuidan.
Se han olvidado de la sanidad y sus profesionales
El olvido empieza a ser generalizado en los despachos de los responsables públicos y políticos y con él, como decía, el abandono a su suerte de una sanidad y sus profesionales que hace escasos meses eran su principal prioridad para garantizar la salud y bienestar del conjunto de la ciudadanía.
Todos ellos quieren olvidar, pero las enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas, que sí creemos en la absoluta necesidad de tener un sistema sanitario fuerte, igualitario y eficaz, no se lo vamos a permitir. Podíamos haber aceptado la injusticia y la patente frivolidad política e institucional existente, pero hemos decidido rebelarnos y defender la dignidad y derechos de más de 47 millones de personas.
Exigimos soluciones
Ya hemos iniciado el año con concentraciones en los centros de salud y en los hospitales de las capitales de provincia de todo el país y pretendemos seguir movilizándonos en los próximos meses, sin descartar ningún tipo de acción reivindicativa y de presión en función de la respuesta que obtengamos por parte de gestores y partidos.
Lo tenemos muy claro. Frente al olvido, la unión, frente al olvido, la acción y frente al olvido, la razón de querer garantizar la salud y seguridad asistencial de todas las personas que, a lo largo de su vida, van a necesitar la atención y cuidados de unos profesionales a los que también hay que asegurar unas buenas y dignas condiciones laborales y profesionales.
La ciudadanía se merece cuidados y seguridad asistencial a lo largo de toda su vida
Exigimos soluciones porque si no se toman e implementan a muy corto plazo, el grave deterioro que ya desde hace años sufre nuestro sistema sanitario, y que la pandemia del Covid-19 ha evidenciado indudablemente, nos llevará a un punto de no retorno, a esa muerte a la que se refería el célebre premio Nobel de Literatura.
Las cerca de 400.000 enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas vamos a hacer todo lo posible para cambiar las cosas y confiamos en que a nuestro movimiento reivindicativo se sumen otros colectivos, tanto profesionales como de pacientes, usuarios…, para que nuestra voz sea mayor y más fuerte.
¿Nos sobran razones?, sí, ¿vamos a exigir soluciones?, sí… Decía también el literato que “el mañana no le está asegurado a nadie”. Por ello, vamos a seguir alzando nuestras manos y nuestra voz para garantizar el bien más preciado que tenemos: nuestra salud y nuestra propia vida.
Manuel Cascos, presidente del Sindicato de Enfermería, SATSE.