El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha denunciado que España lleva meses de retraso para aprobar la Ley de Seguridad del Paciente cuando nuevos estudios científicos demuestran que contar con una legislación que garantice una asignación adecuada de pacientes por cada enfermera y enfermero reduce la mortalidad, los reingresos y la duración de la estancias hospitalarias.
Según SATSE, es incomprensible que mientras se acumulan nuevas evidencias científicas a favor de legislar una asignación máxima de pacientes por cada enfermera, caso, por ejemplo, del nuevo estudio publicado en la prestigiosa revista The Lancet, la Proposición de Ley que entró en el Congreso de los Diputados en 2019 con este objetivo aún sigue pendiente de la presentación y debate de las enmiendas parciales a su articulado en la Comisión de Sanidad.
En el caso del nuevo artículo se constata, en base a un estudio realizado en un Estado de Australia en el que se ha legislado en este aspecto, que en los hospitales con una ratio de 4 pacientes por enfermera en los turnos de mañana y tarde, la tasa de mortalidad se ha reducido hasta un 7 por ciento en 30 días, las readmisiones en una semana también descendieron en un 7 por ciento y la duración de la estancia se acortó en un 3 por ciento.
Riesgos de seguridad y salud
Una realidad muy diferente a la de nuestro país en el que una enfermera puede llegar a tener una asignación de hasta 20-25 pacientes en un hospital, lo que conlleva claros y serios riesgos para la seguridad y salud de los pacientes, como también han constatado otros estudios científicos realizados por expertos a nivel internacional y nacional.
Otra conclusión a la que llega el estudio “Efectos de la legislación sobre la relación enfermera-paciente sobre la dotación de personal y la mortalidad de los pacientes, los reingresos y la duración de la estancia” realizado en Australia es que se logra un mayor ahorro en los costes económicos sanitarios cuando existe una dotación adecuada de enfermeras y enfermeros.
En cifras
En concreto, el estudio realizado concluye que el contar con las enfermeras y enfermeros necesarios conllevó un coste de unos 27 millones de euros mientras que el ahorro del presupuesto general de salud que se consiguió debido a la reducción de reingresos y estancias hospitalarias fue más del doble (54 millones de euros).
“Estamos a un solo paso de que España sea uno de los pocos países del mundo y el único en Europea en contar con una legislación que evitará complicaciones, riesgos y fallecimientos, además de ahorrar dinero, y el impulso final necesario no llega por parte de nuestros representantes políticos que, semana tras semana, siguen sin presentar sus enmiendas al texto normativo”, apuntan desde la organización sindical.
Una pasividad de nuestros representantes parlamentarios que es menos entendible si cabe por tres razones más, la norma nace de la voluntad popular expresada en cerca de 700.000 firmas, cuenta ya con el respaldo mayoritario de los partidos con representación en el Congreso, y la actual crisis sanitaria requiere de medidas eficaces y urgente que mejoren y refuercen nuestro sistema sanitario, concluye.