Ahora, un estudio llevado a cabo en la Unidad de Enfermería de la UCI del Hospital de La Princesa, ha demostrado aparición de efectos adversos en pacientes ingresados en UCI con diagnóstico de SDRA por COVID-19 sometidos a ventilación mecánica en decúbito prono.Esta maniobra no está exenta de complicaciones relevantes, por lo que debe realizarse de manera protocolizada.
Ademas y úlceras
Los resultados, publicados en la revista Nursing in Critical Care, mostraron que los eventos adversos más frecuentes fueron el edema facial (en un 81,3% de los casos) y las úlceras por presión de grado I y II en la cara (60,6%). Éstas evolucionaron, en algunos casos, rápidamente y se localizaron especialmente en barbilla (32,2%), frente (22,9%) y nariz (17,1%). El estudio demuestra que es importante el cambio de posición de la cabeza y de otras zonas del cuerpo para evitar el desarrollo de úlceras por presión.
Otros efectos adversos que se repitieron con menos frecuencia fueron: la desconexión accidental de diversos dispositivos y la obstrucción del tubo endotraqueal. Por el contrario, a diferencia de lo resaltado por otros autores, la nutrición parententeral fue bien tolerada por estos pacientes y no se registraron consecuencias adversas.
Resultados no alarmantes
El estudio se realizó durante la primera ola de la pandemia, entre los meses de marzo y mayo de 2020. En él participaron 44 pacientes y se analizaron un total de 130 maniobras de decúbito prono (cada paciente fue pronado una media de tres veces) . Las enfermeras y enfermeros que lo llevaron a cabo fueron: Mª Dolores Rodríguez-Huerta, enfermera del Hospital Universitario La Princesa de Madrid, Alberto González-García (Universidad de Granada) y Ana Díez-Fernández (Universidad de Castilla-La Mancha) .
Los autores resaltan que “a pesar de la situación estresante y exigente a la que se vieron sometidos los profesionales de enfermería durante la primera ola pandémica, el gran número de pronaciones, y el número de horas que los pacientes permanecieron en esta posición, no se produjeron eventos adversos graves”. El estudio concluye además la necesidad de desarrollar un protocolo de atención de enfermería para la prevención de este tipo de efectos adversos en la posición prona, especialmente de las úlceras faciales por presión.