El Sindicato de Enfermería lleva muchos años trabajando para acabar con el grave problema de la violencia en el ámbito sanitario y ayudar a todos los profesionales que han sufrido cualquier tipo de agresión, ya sea física (puñetazos, empujones…) o verbal (amenazas, insultos, descalificaciones…). Son ocho de cada diez enfermeras y enfermeros los que han sido víctimas de agresiones a lo largo de su trayectoria profesional, según distintas encuestas realizadas por SATSE en el conjunto del Estado.
El servicio telefónico permanente (24 horas/365 días) puesto en marcha por SATSE atiende de forma personalizada y urgente a la enfermera, enfermero o fisioterapeuta que ha sufrido una agresión durante el ejercicio de su actividad profesional y le asesora sobre todas las medidas que puede emprender.
Agresión
El servicio incluye también atención psicológica al profesional agredido y asesoramiento por parte de abogados en todo lo relativo a los pasos a seguir tras interponer una denuncia, (seguimiento del procedimiento hasta la sentencia, recursos necesarios, gestiones para el cobro de la indemnización que se reconozca en el fallo judicial…)
SATSE es consciente de que los profesionales de Enfermería y Fisioterapia atendidos hasta la fecha por este servicio son una mínima parte de los que resultan agredidos, física o verbalmente, en los centros sanitarios y sociosanitarios del conjunto del Estado, por lo que lanza un nuevo llamamiento para que no se deje pasar ningún acto de violencia.
“Cuando un profesional sufre una agresión, necesita ayuda inmediata, y que tenga todos los recursos e información a su disposición para que denuncie lo sucedido, porque ningún episodio de violencia en el ámbito sanitario y sociosanitario o en visitas domiciliarias debe quedar impune”, apuntan desde la organización sindical.
Grave lacra
En todo caso, el Sindicato de Enfermería, SATSE, reitera que lo “absolutamente necesario” es contar con una Ley a nivel estatal que garantice que el conjunto de administraciones públicas y empresas sanitarias privadas actúan de manera conjunta, coordinada y eficaz en todo el Estado para acabar con esta grave lacra que sigue en aumento en nuestro país.
En la actualidad, cada servicio autonómico de salud establece ciertos protocolos y/o planes de actuación para luchar contra las agresiones a sus profesionales sanitarios de manera independiente, descoordinada y, en algunos casos, con importantes déficits de recursos y medios, lo que provoca resultados dispares y siempre insuficientes.
Contra la violencia
Al respecto, el Sindicato critica, una vez más, que se perdiera una “oportunidad de oro”, el pasado mes de diciembre, cuando se debatió en el Congreso de los Diputados una Proposición de ley contra la violencia en el ámbito sanitario y que, por razones meramente políticasy partidistas, se rechazase que continuara su tramitación parlamentaria.
En concreto, esta norma contempla más de 50 medidas y actuaciones para acabar con las agresiones a los profesionales, como la elaboración y desarrollo de un Plan de Prevención contra la violencia en el ámbito sanitario o la creación de un delegado de prevención de agresiones y un registro nacional de actos de violencia, así como de un Observatorio Nacional.