El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha denunciado que los fisioterapeutas que trabajan en los centros de salud se encuentran cada vez más desbordados por el aumento de personas que necesitan ser atendidos después de haber sufrido el Covid-19 y padecer aún distintas dolencias o problemas, tanto a nivel respiratorio como funcional.
España sufre un déficit estructural y crónico de fisioterapeutas en la sanidad pública que, explica SATSE, en el caso de Atención Primaria, supone que haya un solo profesional para atender entre 20.000 y 25.000 personas, lo que ha supuesto siempre la existencia de largas listas de espera para poder ser tratados por este profesional sanitario sin tener que recurrir a centros privados.
Una lamentable realidad que ha empeorado una vez que el Covid-19 ha provocado que miles de personas necesiten fisioterapia respiratoria y musculoesquelética una vez han superado la enfermedad durante su ingreso en un centro hospitalario o en sus propios domicilios, apuntan desde la organización sindical.
Crónicos
“Resulta urgente contar con, al menos, dos fisioterapeutas en cada centro de salud de las diferentes comunidades autónomas, no solo para los nuevos pacientes Covid-19, sino también para todas las personas con problemas de salud crónicos o con una patología aguda y de baja complejidad a los que ya atendían y a los que ahora no se puede dejar de lado”, señala.
El Sindicato incide en que una intervención directa y continuada de los fisioterapeutas en las personas que se han visto afectadas por el coronavirus, tanto a nivel respiratorio como funcional, supone una clara mejora de su sintomatología persistente y repercute en positivo en el desarrollo de las actividades cotidianas de su vida.
Eficiencia
De otro lado, SATSE destaca la rentabilidad inmediata, tanto económica como social, que se obtiene con una adecuada dotación de fisioterapeutas, ya que, además de la mejora de la calidad de vida de la persona a lo largo de su proceso de recuperación, la intervención temprana de estos profesionales conlleva la reducción de los tiempos de baja laboral, así como la recuperación total, en muchas ocasiones, de la funcionalidad y, por tanto, un considerable ahorro en los costes sanitarios.
Al respecto, la organización sindical recuerda que hay diferentes estudios que demuestran que los tratamientos de fisioterapia, a nivel lumbar o cervical, por ejemplo, propician una reducción en costes indirectos para el erario público, como son las bajas laborales y pensiones de incapacidad. De igual manera, se ha constatado un ahorro en el consumo de medicamentos por parte de las personas tratadas por los fisioterapeutas.