Como SATSE denuncia desde hace meses, y en concordancia con lo que evidencia la Organización Internacional del Trabajo, los derechos laborables de los sanitarios han sufrido graves daños desde que comenzó la pandemia por Covid-19. Una excesiva carga de trabajo, cambios de unidad, desarrollar la actividad bajo una enorme presión psicológica o la falta de material de protección han sido solo algunas de las causas que han hecho que la salud física y mental de las enfermeras y enfermeros haya empeorado.
¿Cómo puedes luchar tú por salud laboral?
Lo primero y más importante en el caso de las enfermeras y enfermeros es disponer de los elementos de protección necesarios para tratar a los pacientes. Especialmente en tiempos de pandemia es de vital importancia que todos los profesionales sanitarios cuenten con equipos de protección individual que les permitan atender al paciente asegurando su seguridad y salud. Pero no vale solo con tener acceso a ello. Saber cómo utilizarlos correctamente debe ser una formación obligatoria para tu protección; y tu cuidado a la hora de hacerlo tiene que formar parte de tu día a día.
Sabemos que estás cansado, que esto es una rutina y que a veces, sin quererlo, activamos el piloto automático y hacemos las cosas sin pensar en ellas. Pero recuerda que tu salud y tu seguridad están en juego, por lo que debes prestar total atención a la hora de ponerte y retirarte el EPI correctamente.
Pero esto no es lo único a tener en cuenta. Debido al contacto directo con pacientes con todo tipo de patologías más o menos contagiosas, realizar un exhaustivo lavado de manos puede prevenir diversos problemas de salud. ¿Sabes cuándo es importante realizar siempre una higiene de manos? Te recordamos los 5 momentos imprescindibles:
Salud postural
Pero no todos los problemas de salud que atañen a las enfermeras provienen de enfermedades infectocontagiosas. El trabajo desempeñado por las profesionales de la enfermería propicia en muchos casos problemas de espalda y cervicales; por lo que una correcta higiene postural te ayudará a prevenir y mitigar estos daños. Además, recuerda siempre cómo debes movilizar a un paciente para que tu espalda no sufra.
También es importante que, cuando acabes tu jornada, dediques un tiempo a hacer deporte o al menos a realizar estiramientos para descargar las zonas que más sufren durante las horas de trabajo.
Recuerda: tu salud importa y tu trabajo debe promover siempre un entorno laboral seguro, saludable y digno.
