SATSE se ha marcado un nuevo objetivo estratégico de la organización. Es la aprobación de una norma que permita acceder a enfermeras y enfermeros a la jubilación anticipada de manera voluntaria. Esta reivindicación da respuesta a la problemática que les supone seguir trabajando en condiciones especialmente penosas. También mejoraría la atención a ciudadanos y pacientes y el funcionamiento del Sistema Nacional de Salud (SNS).
El presidente del Sindicato de Enfermería, Manuel Cascos, explicó en rueda de prensa, que las enfermeras y enfermeros cumplen los mismos requisitos que otros colectivos profesionales (sector ferroviario, personal de vuelo, profesionales taurinos o policías) a los que el Gobierno ya les ha aplicado un coeficiente reductor de la edad de jubilación en virtud de la Ley General de la Seguridad Social.
Jubilación para profesionales que acusen elevados índices de mortalidad
La Ley prevé que la edad mínima exigida para tener derecho a la pensión de jubilación pueda ser rebajada. Lo prevé, explica Cascos, «para grupos o actividades profesionales cuyos trabajos sean de naturaleza excepcionalmente penosa, tóxica, peligrosa o insalubre y acusen elevados índices de morbilidad y mortalidad«.
¿Por qué la jubilación anticipada?
El presidente de SATSE recalcó que la profesión enfermera es ejercida en más de un 85 por ciento por mujeres. Se vincula socialmente a los roles que tradicionalmente se asocian al género femenino del cuidado (hogar, familia…), por lo que no se le reconoce suficientemente la gravosidad de sus condiciones laborales.
«No se están adoptando las medidas de compensación que ayuden a proteger la salud de las enfermeras»
“La sociedad no percibe la dureza psicológica, el estrés o el agotamiento emocional que provoca el contacto permanente con el sufrimiento, el dolor, la enfermedad y, en ocasiones, la muerte. Por ello, no se están adoptando las medidas de compensación que ayuden a proteger su salud, también en la última etapa de su vida laboral”, apuntó el presidente.
Sin sobrecarga al sistema de pensiones
Cascos remarcó que el sistema de jubilación por coeficientes reductores no implica una sobrecarga adicional del sistema público de pensiones. Tampoco a la caja de la Seguridad Social, ya que prevé una cotización incrementada que se abonará durante toda la vida laboral de cada enfermera o enfermero.
Para la organización sindical la posibilidad de acceder a la jubilación anticipada para las enfermeras y enfermeros mejoraría la atención a pacientes y ciudadanos y al sistema sanitario en su conjunto. «Los profesionales, por la naturaleza de su trabajo y la complejidad del mismo, necesitan una pericia y habilidades específicas, así como un estado de permanente alerta y vigilancia, que se ven afectados a causa de la evolución cronológica natural de las personas», explicó.
¿Qué beneficios conlleva la jubilación?
El presidente del Sindicato reconoció que el posibilitar la jubilación anticipada de las enfermeras y enfermeros de manera voluntaria conllevaría la contratación de nuevos profesionales. Esto favorecería el rejuveneciendo de las plantillas en los centros sanitarios.
SATSE mantendrá reuniones y contactos con responsables del Gobierno estatal, consejerías de Sanidad autonómicas y partidos políticos en el Congreso de los Diputados y Senado y realizará jornadas y actos diversos en centros sanitarios de todo el Estado. Asimismo, difundirá distintos materiales informativos (cartelería, folletos…) y realizará todo tipo de acciones de comunicación online y offline.
¿Cuáles son los principales riesgos?
Respecto a las condiciones laborales de las enfermeras y enfermeros, el presidente de SATSE subrayó que son especialmente duras y penosas a lo largo de toda su trayectoria profesional, ya que se ven sometidos a numerosos riesgos que son intrínsecos a su profesión y que influyen de manera decisiva en su salud.
Entre otros, el presidente de la organización sindical subrayó los riesgos de tipo psicosocial, remarcando el hecho de que todos los enfermeros y enfermeras tienen un contacto permanente con el sufrimiento, el dolor, la enfermedad y, en ocasiones, la muerte, lo que supone una carga emocional muy importante que les acompaña a lo largo de toda su dilatada trayectoria profesional.
También aludió a los riesgos biológicos (contagios por cortes, pinchazos…), químicos (medicamentos peligrosos, alergias a material…), físicos y mecánicos (ruidos, iluminación, temperaturas, sobrecarga física, riesgos de caídas, radiaciones ionizantes…) o las agresiones físicas y verbales.
¿Qué supone trabajar a turnos?
De otro lado, Cascos recordó que su labor conlleva, además, la necesidad de prestar servicios de manera permanente y continuada a lo largo de todo el día y el año, lo que requiere que se trabaje a turnos por las noches, festivos y fines de semana.
Este trabajo a turnos impide al organismo adquirir hábitos naturales de sueño, alimentación y descanso. Su alteración, según multitud de estudios científicos, afectan a su salud y bienestar psicosocial.
Los profesionales de turno de noche pierden 5 años de vida por cada 15 años de trabajo en turno de noche
A modo de ejemplo, añadió que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) concluye que los profesionales de turno de noche pierden 5 años de vida por cada 15 años de trabajo. Un estudio publicado por American Journal of Preventive Medicinec en 2015 concluye que existe una mayor mortalidad asociada al trabajo en turno de noche. Esta investigación hace un seguimiento a casi 75.000 enfermeras norteamericanas a lo largo de 22 años. Aunque la investigación se ha llevado a cabo con una muestra de enfermeras norteamericanas, los autores aseguran que los resultados son totalmente extrapolables al entorno europeo. Este no es el primer estudio que advierte sobre los riesgos del trabajo en turnos variables, ni tampoco el último.