Con el lema «Atención de Salud Mental para todos, hagámosla realidad», la Organización Mundial de la Salud, en el Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra cada 10 de octubre, pone el acento en la necesidad de ampliar los servicios de Salud Mental de calidad a todos los niveles. Un hecho que, durante la Asamblea Mundial de la Salud de mayo de 2021, los gobiernos de todo el mundo reconocieron, con el respaldo el Plan de Acción Integral sobre Salud Mental 2013-2020 de la OMS. Este día es una oportunidad para que los líderes gubernamentales, las organizaciones de la sociedad civil y muchas otras partes interesadas hablen de las medidas necesarias en apoyo de este objetivo. Entre ellas, más enfermeras especialistas en Salud Mental.
Los problemas de salud mental no afectan a unos pocos, son problemas comunes, no en vano constituyen el 12,5% de todos los problemas de salud, una cifra mayor a la que representan el cáncer y los problemas cardiovasculares. Son una parte de nuestra vida y una circunstancia más de la persona. De hecho, se estima que una de cada cuatro personas sufre un problema de salud mental a lo largo de su vida y constituirán la principal causa de discapacidad en el mundo en 2030. Además, entre el 35% y el 50% de los casos no reciben ningún tratamiento o no es el adecuado. Así, en el mundo, 450 millones de personas se ven afectadas por un problema de salud mental que dificulta gravemente su vida.
Estigma
Las personas que sufren algún trastorno de salud mental, además de tener que hacer frente a la propia enfermedad, tienen que enfrentarse a la discriminación y el estigma. En muchos casos, los trastornos mentales son invisibles, y los prejuicios y el desconocimiento pueden hacer la vida de los pacientes más difícil. Expresiones como “no tiene nada” o “solo quiere llamar la atención” pueden resultar muy perjudiciales. De hecho, nueve de diez personas con problemas de salud mental se sienten afectadas por el estigma que rodea su diagnóstico. Así lo constatan las enfermeras, que se preocupan de que eso no suceda.
En pandemia
La pandemia ha llegado para complicar la situación, aumentando el número de personas que necesitan ayuda, y dificultando el acceso a las unidades de salud mental. Algunos grupos, como los trabajadores de la salud que también han sufrido ese abandono.
También los estudiantes, las personas que viven solas y aquellas con problemas de salud mental preexistentes, se han visto especialmente afectados. La enfermera especialista ha actuado desde los centros de salud para intentar revertir las secuelas de la pandemia.
Al mismo tiempo, una encuesta de la OMS realizada a mediados de 2020 mostraba claramente que los servicios de atención de Salud Mental se habían visto afectados durante la pandemia. Este hecho, en muchos casos, ha dejado a las familias afectadas por un problema de salud mental, a sus suerte.
Discriminación
Según la Mental Health Foundation, las personas que sufren trastornos de salud mental tienen menos probabilidades que otras con cualquier otra discapacidad o enfermedad de encontrar trabajo, mantener una relación estable a largo plazo o vivir en una vivienda digna. Esto se debe a que la sociedad suele tener puntos de vista estereotipados sobre las enfermedades mentales y cómo afectan a las personas. Mucha gente cree que las personas con trastornos de salud mental son violentas y peligrosas, cuando en realidad corren más riesgo de ser atacadas o de hacerse daño a sí mismas que de hacer daño a otras personas, según indica la fundación.