Al respecto, SATSE afirma que el único interés de la organización es que la asistencia sanitaria segura y de calidad sea la verdadera protagonista tras la crisis sanitaria por el coronavirus, y que las frías llamadas telefónicas desde la consulta médica nunca vengan a ocupar y sustituir a la atención presencial al paciente tanto en el centro de salud como en los domicilios de éstos, pues entiende el Sindicato de Enfermería que eso choca frontalmente con la demanda del colectivo médico de 10 minutos por paciente para poder atenderle adecuadamente en consulta con garantía de seguridad, cercanía y, sobretodo, humanización de la asistencia, tal como reclaman desde hace años.
Esta situación que se viene desarrollando desde hace varias semanas en algunas comunidades autónomas ya ha sido objeto de manifiesta y firme discrepancia pública por las asociaciones representantes de los pacientes que reclaman atención presencial al paciente por parte del médico, tanto en la consulta del centro de salud como en el domicilio, por considerar insuficiente las llamadas telefónicas.
Al mismo tiempo, SATSE ha detectado malestar del conjunto del personal sanitario de los servicios de urgencias hospitalarias en algunas autonomías, al observar un incremento sustancial de derivaciones a las urgencias hospitalarias desde la Atención Primaria, en ocasiones con procesos que quizás podrían haberse evitado su derivación al hospital.
Atención con presencia física
Asimismo, el Sindicato afirma que esta situación se contrapone con la labor de Enfermería en los centros de salud, la cual sigue garantizando la atención con presencia física a los pacientes tanto en el centro de salud como en los domicilios, implementando todas las medidas de seguridad necesarias para que el paciente sea atendido con plena garantía para su salud y la de su entorno más cercano.
SATSE apunta que justificar por parte de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) que las llamadas telefónicas desde las consultas a los pacientes, se hacen para evitar riesgos al paciente evitando unos desplazamientos al centro, además de generar alarma social injustificada de salud (pues dan a entender que los centros de salud no son espacios seguros), no se sostiene, pues la realidad es que en el centro de salud existen las máximas garantías de seguridad.
Por otro lado, añade el Sindicato de Enfermería, en el día a día, los ciudadanos acuden a supermercados, tiendas de alimentación, tiendas de ropa, bares, restaurantes, transporte público, etc. y ninguno de estos espacios es tan seguro como lo es un centro de salud, siendo éste último el que mayores garantías de seguridad ofrece para los pacientes, por tanto, esa vaga justificación carece del más mínimo rigor.
Valoración y diagnóstico médico
Por tanto, la organización sindical no comparte que la atención directa al paciente, tanto en el centro de salud como en los domicilios, sea sustituida por realizar una valoración y diagnóstico médico, mediante un cuestionario de preguntas vía telefónica. SATSE insiste en que si el futuro asistencial pasa por sustituir la atención médica directa al paciente por un cuestionario de preguntas vía telefónica, habrá que reflexionar sobre qué profesional realiza esas preguntas de manera protocolizada y sobre cuál debe ser la dotación real de cada profesional sanitario en cada centro de salud, pues si la enfermera/o sí sigue garantizando con seguridad y garantía la atención directa y cuidados a los pacientes tanto en el centro de salud como en los domicilios, será necesaria una nueva valoración de las plantillas de estos profesionales, así como del sobreesfuerzo que vienen desarrollando durante y después de la pandemia generada por el coronavirus.
Por último, el Sindicato de Enfermería concluye afirmando que solo les mueve el bienestar del paciente y armonizar desde la coordinación necesaria entre enfermeras y médicos la mejor atención sanitaria y cuidados a los pacientes.