Global Nurses United (GNU), federación internacional de organizaciones sindicales de enfermeras y enfermeros de la que forma parte el Sindicato de Enfermería, SATSE, ha reclamado a la Organización Mundial del Comercio (OMC) que se renuncie a las normas de propiedad intelectual para garantizar una producción y distribución justa, equitativa y rápida de las vacunas contra la Covid-19.
En una carta dirigida a la OMC, Global Nurses United subraya que los gobiernos de todo el mundo deben actuar buscando el mejor interés para la salud de todas las personas y, en el caso de las vacunas de la COVID-19, tienen que posibilitar que se disponga de ellas de manera justa y equitativa, garantizando su suministro también a los países de ingresos bajos y medianos a un coste reducido.
Por ello, desde el GNU se demanda que los países miembros de la Organización Mundial del Comercio trabajen juntos para garantizar que los derechos de propiedad intelectual, como las patentes, no creen obstáculos al acceso oportuno y asequible a las vacunas o los medicamentos para combatir la COVID-19, ni a la ampliación de la investigación, desarrollo, fabricación y suministro de cualquier producto esencial para este fin.
Emergencia temporal Covid
En concreto, la GNU demanda que se establezca una exención de emergencia temporal por la COVID-19 en lo relativo a las normas de propiedad intelectual y que, de esta forma, no se dificulten los tratamientos de salud que evitan costes humanos y un deterioro de la economía mundial. “Si no se incrementa rápidamente la producción en todo el mundo, renunciando a las normas de propiedad intelectual, no habrá suficiente oferta para todos”, asegura.
De esta forma, Global Nurses United se suma a la petición ya realizada a la OMC por los Gobiernos de Sudáfrica e India como una organización que, integrada por enfermeras y enfermeros de todo el mundo, vela por la protección y mejora de la salud de todas las personas y de los propios profesionales encargados de su atención y cuidados en cualquier rincón del planeta.
Asimismo, la federación de organizaciones de enfermeras y enfermeros de 29 países denuncia que, mientras muchos países ricos tienen acuerdos bilaterales con los fabricantes de vacunas de la COVID-19, la mayoría de los países de ingresos bajos y medianos tienen dificultades para acceder a esas mismas vacunas que salvan vidas.
Vacunas de la Covid 19
“Es vergonzoso que miles de millones de personas que viven en países más pobres tengan que esperar dos años o más para vacunarse debido a los altos precios que se cobran por las vacunas de la COVID-19”, señala, apuntando que los controles de propiedad intelectual ralentizan innecesariamente la producción. “Nadie debe morir por las ganancias de las empresas farmacéuticas, especialmente durante esta pandemia global”, añade.
Global Nurses United incide, además, en que los países que pueden fabricar vacunas y tratamientos contra el coronavirus deberían tener la oportunidad de hacerlo lo antes posible para reforzar los suministros mundiales y garantizar una distribución equitativa. “Esta enfermedad mortal ha demostrado, una vez más, que cada nación sólo puede estar verdaderamente a salvo si terminamos esta crisis estando juntos”, asevera.
Por último, la GNU recuerda que, durante el último año, las enfermeras y enfermeros han estado en primera línea de la lucha contra la COVID-19 y han visto directamente el aterrador peaje que ha tenido que pagar todo el mundo. “Cientos de miles de enfermeras y otros profesionales sanitarios se han infectado y muchos han muerto. Esta horrible enfermedad no conoce fronteras y para detenerla, la gente del mundo debe permanecer unida en solidaridad”, concluye.