La tesis y posterior investigación del enfermero perfusionista y finalista de los premios Enfermería en Desarrollo, Juan Blanco, avala que el desarrollo de la técnica Recebado Anterógrado Hemático (HAR) en las cirugías a corazón parado, significan un antes y un después tanto para el servicio de Cardiología del Hospital La Arrixaca como para sus pacientes. Una técnica mucho más segura que el estándar del trabajo y que surgió de los avances y la suma de esfuerzos de todo un equipo humano.
Así, en una primera etapa, midieron los resultados de 400 pacientes y un análisis sobre los beneficios a través transfusional, de estancias en UCI y a nivel de costes; y en una segunda instancia se hizo un ensayo clínico aleatorizado, observando que la aplicación de HAR suponía disminuir en cuatro veces la carga embólica que emitían hacia el paciente durante la circulación extracorpórea, y disminuir en siete la exposición a émbolos mayores de un microlitro. La segunda parte del ensayo clínico fue un análisis a nivel neurocognitivo.
Todo un cambio
Como resultado de esta técnica contrastaron que la técnica Recebado Anterógrado Hemático (HAR) reduce la exposición a hemoderivados hasta el alta, la estancia en UCI, la liberación embólica y las alteraciones cognitivas, presentándose como una estrategia enfermera coste-efectiva que promueve la recuperación intensificada de los pacientes de cirugía cardiovascular. Un cambio en el manejo del paciente y una técnica de la que se benefician muchos pacientes.
Así, enfermeros, cirujanos, perfusionistas, y supervisores coinciden en destacar las ventajas de esta técnica desde su puesta en marcha, con menos complicaciones, estados de gravedad, recuperación y estancia en el hospital.
Gracias a esta investigación, han conseguido crear una unidad de Enfermería pionera en Europa, puesta en marcha el pasado mes de junio.
Tras una investigación muy bien valorada en el hospital, entre sus próximas metas, se encuentran trabajos realmente relevantes.
El importante trabajo del enfermero perfusionista
Se trata de un trabajo poco conocido, pero de gran importancia. El enfermero perfusionista es un enfermero con una formación avanzada en el campo de las terapias de soporte vital extracorpóreo, mediante el uso de estos dispositivos un paciente puede estar conectado a un corazón o pulmón artificial durante semanas e incluso meses hasta conseguir que el tratamiento médico o quirúrgico pueda solventar el problema de base.
