El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha denunciado que 2021 ha traído solo incumplimientos por parte de las administraciones públicas y algunos partidos políticos a pesar de que seguimos sufriendo la pandemia del Covid-19 y la situación de nuestro sistema sanitario y sus profesionales ha ido agravándose con el paso de los meses hasta llegar de nuevo a encontrarse en un “callejón sin salida”.
«Nuestro sistema sanitario se encuentra en una situación crítica de sobrecarga, saturación y tensión asistencial»
En su balance de lo acontecido en el año a punto de finalizar, SATSE subraya que 2020, el año de los “aplausos, reconocimientos y grandes promesas” ha dejado paso al año de la “inacción, desinterés y graves incumplimientos” por parte de las administraciones y partidos políticos que vuelven a dejar a nuestro sistema sanitario en una situación crítica de sobrecarga, saturación y tensión asistencial que perjudica de igual manera a los profesionales sanitarios y a la ciudadanía en su conjunto.
Doce son los principales incumplimientos que SATSE considera que se han producido en 2021, entre los que destaca que el conjunto de administraciones públicas no están destinando los recursos y medios necesarios para poder atender y cuidar a los pacientes y el conjunto de la ciudadanía con las suficientes garantías de salud y seguridad.
Salud y seguridad asistencial
Tanto el porcentaje del PIB que se dedica en nuestro país a Sanidad, y que no supera el 6 por ciento, cuando la media europea esta en torno al 10 por ciento, como las partidas incluidas en todos los presupuestos autonómicos constatan que se sigue sin priorizar la salud y seguridad asistencial, apunta.
Otro claro ejemplo es el bloqueo que sufre la tramitación parlamentaria de la Ley de Seguridad del Paciente desde hace más de un año y que demuestra también que “de los aplausos ensordecedores durante semanas hemos pasado al silencio cobarde y cómplice de unos representantes públicos que finalmente priman interés políticos, partidistas y económicos en lugar de la salud y seguridad de más de 47 millones de personas”, remarca.
Asimismo, lejos de reforzar las plantillas de enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas como se necesita en todos los servicios de salud, se dejaron de renovar los contratos realizados al principio de la pandemia y que, en todo caso, resultaban también insuficientes, mientras que el compromiso de acabar con la temporalidad en el sector si se quiere recibir ayudas europeas, sigue pendiente de una norma estatal que aun no se ha aprobado y que ha provocado la paralización y bloqueo de OPEs autonómicas.
Emigración profesional
Propiciar el retorno de los profesionales sanitarios que se vieron obligados a emigrar a otros países, así como aumentar la oferta formativa del Grado de Enfermería en las universidades tampoco se han cumplido, al igual que acabar con la discriminación existente entre unos profesionales y otros, en función de la autonomía en la que trabajan, en aspectos como la jornada laboral o el solape de jornada.
Tampoco se ha producido el reconocimiento retributivo que los profesionales sanitarios se merecen en base al esfuerzo, dedicación y compromiso demostrado en la lucha contra la pandemia ni se han implementado las medidas necesarias para ayudar a todos aquellos que han visto seriamente afectada su salud mental por su lucha incansable contra la pandemia. Otro “no” de gestores y políticos ha sido el propiciar que el personal sanitario, especialmente las enfermeras y enfermeros, participen de manera activa en los ámbitos de toma de decisiones para evitar errores en futuras olas de la pandemia u otras crisis sanitarias, concluye SATSE.