Las personas con demencia necesitan unos cuidados de enfermería continuados. En casos en los que esta atención se realiza de manera domiciliaria, los pacientes tienen menos probabilidades de ser reingresados en el hospital, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Facultad de Enfermería Rory Meyers de la Universidad de Nueva York. Los hallazgos se publican en la revista Medical Care, una revista de la Asociación Estadounidense de Salud Pública.
«Las enfermeras desempeñan un papel fundamental en la prestación de atención sanitaria en el hogar», dijo Chenjuan Ma, PhD, MSN, profesor asistente en NYU Meyers y autor principal del estudio. El envejecimiento de la población y su elección de continuar viviendo en su hogar hará que la demanda de atención sanitaria domiciliaria para las personas con demencia crezca rápidamente en los próximos años, asegura Ma.
Una enfermedad en auge
La demencia es una enfermedad que se caracteriza por un deterioro cognitivo superior al esperado por el envejecimiento habitual. Afecta a diversas áreas como: la memoria, el lenguaje, la orientación y a la capacidad de comprensión, razonamiento, juicio, cálculo y aprendizaje.
Según la Organización Mundial de la Salud, es un problema de salud pública que afecta a 50 millones de personas en el mundo y crece cada año en unos 10 millones de nuevos casos. Además, la enfermedad supone una carga económica elevada para toda la sociedad: se calcula que el coste vinculado al cuidado de las personas con demencia alcanzarán los US$ 2.000 millones anuales en 2030.
Las claves del estudio
Para la mayoría de los pacientes, su atención sanitaria domiciliaria comienza después de ser dados de alta. Dado que las readmisiones hospitalarias son un problema importante de calidad, seguridad y finanzas en el sistema sanitario, Ma y sus compañeros querían comprender si una atención domiciliaria continuada con la misma enfermera podría ayudar a evitar que los pacientes fueran ingresados de nuevo.
Los investigadores estudiaron a 23.886 adultos mayores con demencia que recibieron atención sanitaria domiciliaria después de una hospitalización. Midieron la continuidad de la atención en función del número de enfermeras y visitas durante su seguimiento médico domiciliario.
El ocho por ciento no tuvo continuidad en la atención, con una enfermera diferente visitando cada vez, mientras que el 26 por ciento recibió todas las visitas de una misma enfermera. La mayor continuidad de la atención domiciliaria condujo a un menor riesgo de rehospitalización. Las personas con demencia que recibieron una continuidad baja o moderada de la atención de enfermería tenían entre un 30 y un 33 por ciento más de probabilidades de ser rehospitalizadas que aquellas con una alta continuidad cuidados enfermeros.
“La continuidad de la atención de enfermería es valiosa para la atención médica domiciliaria debido a su modelo de atención descentralizada e intermitente”, dijo Ma. “Si bien la continuidad de la atención de enfermería puede beneficiar a todos los pacientes de atención sanitaria domiciliaria, puede ser particularmente crítica para las personas con demencia. Tener a la misma persona brindando atención puede aumentar la familiaridad, infundir confianza y reducir la confusión para los pacientes y sus familias».
Más enfermeras, más salud
Para mejorar la continuidad de la atención de enfermería, los investigadores recomiendan abordar la escasez de enfermeras de atención domiciliaria, mejorar la coordinación de la atención y adoptar la telesalud en los cuidados a domicilio.
“Existen muchos desafíos para la continuidad de la atención de las enfermeras de atención domiciliaria y el resto del personal. Estos pueden incluir: tiempos de viaje largos, poco personal a tiempo completo o parcial y organizaciones que no fomentan la retención del personal de atención domiciliaria ”, dijo Allison Squires, profesora asociada de NYU Meyers y autora principal del estudio. Asegura, además, que los sueldos del personal sanitario en atención en el domicilio se pagarían gracias a la reducción de los costes asociados a los ingresos recurrentes de este tipo de pacientes.
La demencia es una enfermedad que tiene un efecto abrumador no solo en las personas afectadas, sino también en sus familiares y cuidadores. Todos los países necesitan conocer mejor esta enfermedad para combatir estigmas y malentendidos que siguen estando muy extendidos y que impiden que muchas personas sean diagnosticadas y atendidas correctamente.