SATSE se suma, un año más, a la conmemoración del Día Mundial de la Fisioterapia poniendo el foco de atención en el déficit crónico y estructural de plantillas de estos profesionales en los distintos servicios de salud, que está provocando que, de los más de 60.000 fisioterapeutas existentes en nuestro país, nueve de cada diez trabajen en el sector privado.
“Las distintas administraciones están provocando de manera intencionada la privatización de un servicio asistencial sanitario básico y fundamental para la mejora y mantenimiento de la salud, calidad de vida y bienestar integral de miles de personas que no tienen otra opción que destinar recursos económicos propios para poder recibir una atención que deberían tener garantizada, y en los tiempos adecuados, en la sanidad pública”, señalan.
Un ejemplo son las personas que sufren artrosis, y sobre los que se centra este año la campaña de información y sensibilización puesta en marcha por la World Confederation for Physical Therapy (WCPT), al resultar decisiva la labor de los fisioterapeutas al reducir los riesgos asociados a este problema de salud (caídas, fracturas de cadera…), pudiéndose así prevenir o retrasar la necesidad de cirugía.
Listas de espera
Un reciente estudio realizado por SATSE concluye que más de 43.600 personas, al menos, se encuentran esperando a ser atendidos por una fisioterapeuta en los hospitales de la sanidad pública de nuestro país con un tiempo medio de espera de cinco meses, llegando incluso hasta los 15 meses en alguna comunidad autónoma.
Otro aspecto en el que incide la organización sindical, y que el conjunto de administraciones públicas parecen “pasar intencionadamente por alto”, es que una adecuada y suficiente dotación de fisioterapeutas conlleva, además de beneficios en salud, una clara rentabilidad económica para las arcas públicas y también para el conjunto de empresas e instituciones, ya sean públicas o privadas.
Alta rentabilidad
Al respecto, el Sindicato recuerda que la intervención temprana de estos profesionales propicia la reducción de los tiempos de baja laboral, así como la recuperación total, en muchas ocasiones, de la funcionalidad de la persona. “De manera paralela, un fisioterapeuta logra la recuperación con prontitud del bienestar del paciente y su reincorporación al mercado de trabajo, además de una mejora en el entorno familiar”, añade.
Por último, SATSE denuncia que la falta de oportunidades laborales en la sanidad pública, así como las precarias condiciones que se ofertan en el sector privado, provoca que estos profesionales se vean obligados a trabajar de manera autónoma o a buscar fuera de España una mejora de sus condiciones y calidad de vida, siendo Francia, Inglaterra, Portugal y Alemania los países que más se benefician de su excelente cualificación y desempeño profesional.