¿Somos capaces de imaginar un mundo centrado en la salud y el bienestar?

¿Somos capaces de imaginar un mundo centrado en la salud y el bienestar?

dia mundial de la salud cambio climático
Esta es una de las preguntas que se plantea la OMS en el Día Mundial de la Salud. Mediante la campaña "Nuestro planeta, nuestra salud", insta a gobiernos y ciudadanía a proteger el planeta y su salud y dar prioridad a las sociedades del bienestar. Un bienestar que no es posible sin enfermeras suficientes.

En la actualidad existe un consenso científico generalizado, en torno a la idea de que la salud humana y el bienestar están íntimamente vinculados a la calidad ambiental. En los últimos años el cambio climático, como determinante de los factores ambientales y por lo tanto de la salud de las poblaciones, ha cobrado especial relevancia dando lugar a numerosas estrategias sanitarias. La OMS calcula que, cada año, se producen más de 13 millones de defunciones debidas a causas ambientales evitables. No olvidemos que la crisis climática es también una crisis de salud.

Reeducación social

En el diseño y aplicación de esas estrategias,  enfermería debe desempeñar un papel primordial. Las enfermeras están en una posición privilegiada para abogar por medidas para ayudar a frenar (o incluso detener) el cambio climático y proteger a las personas de las consecuencias que determinados agentes ambientales ejercen sobre la salud, especialmente en colectivos vulnerables.

La enfermera se constituye como un motor para convertir a las personas en agentes de cambio que evolucionen en la búsqueda del bienestar propio y de su entorno. La enfermera trabaja en la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y las medidas ambientales dentro de los conceptos interrelacionados de la persona, el medio ambiente, la salud y la Enfermería.

Las enfermeras y enfermeros pueden, por tanto,  como educadores, desempeñar un papel importante en la preparación de las poblaciones, especialmente las vulnerables, que experimentan condiciones climáticas inciertas. Los expertos ven necesario integrar el contenido del cambio climático en la educación profesional de la salud; el papel de la enfermería en la preparación para desastres; y la prevención de enfermedades relacionadas con el cambio climático. Enfermería es capital también en la educación de reciclaje en los centros sanitarios.

La OMS advierte que el cambio climático plantea riesgos significativos a la salud y el bienestar y requiere de esfuerzos concertados de las autoridades de salud para anticipar, preparar, prevenir, responder y recuperarse rápidamente de los riesgos climáticos.Propone:

  • Desarrollo e implementación de sistemas de alerta temprana para enfermedades y condiciones sensibles al clima
  • Mejorar infraestructuras sanitarias
  • Aumentar formación
  • Empoderar a los profesionales de la salud
  • Movilizar recursos

Agravante de muchas enfermedades

No olvidemos que la contaminación atmosférica incide en la aparición y agravamiento de enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cánceres. En los adultos, el asma, la EPOC y el cáncer de pulmón son tres enfermedades respiratorias epidemiológicamente importantes, relacionadas con la contaminación atmosférica.

Las evidencias indican que los efectos respiratorios, especialmente las agudizaciones del asma, son los motivos principales de ingreso hospitalario a causa de la contaminación atmosférica. No deben descartarse otros efectos, en especial aquellos que pueden derivarse de una exposición mantenida en el tiempo como la alteración de la función pulmonar, el incremento de las afecciones alérgicas, las alteraciones inmunitarias e incluso, un aumento del riesgo de mortalidad.

Entre los grupos poblacionales más vulnerables desde un punto de vista biológico se encuentran:

  • Los mayores
  • Las personas de salud comprometida que padecen bronquitis crónica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y asma
  • Personas con enfermedades cardiovasculares y/o diabetes
  • Los niños
  • Las mujeres embarazadas

Enfermedades emergentes

Un tercio de las muertes por accidentes cerebrovasculares, cáncer de pulmón y cardiopatías se deben a la contaminación del aire. Se trata de un efecto equivalente al de fumar tabaco y es mucho más grave que, por ejemplo, los efectos de ingerir demasiada sal.

Nueve de cada diez personas están respirando ahora aire contaminado

La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) dice que las pm 2.5 (partículas contaminantes muy pequeñas de 2.5 micras con gran capacidad para entrar en las vías respiratorias) son un carcinógeno de primer orden. Hay estudios que indican que el NO2 que emiten los vehículos de combustión interna está relacionado con un aumento de cáncer de mama, y aunque con menor evidencia, también se relaciona contaminación atmosférica con cáncer de aparato digestivo y de vejiga.

Efectos en los niños

Preocupa especialmente que el 93% de los menores de 18 años viven con niveles de contaminación atmosférica superiores a los establecidos en las directrices de la OMS. A nivel mundial, hasta un 14% de los niños de 5 a 18 años tienen asma relacionada con factores como la contaminación del aire.

Cada año, 543.000 niños menores de 5 años mueren a causa de enfermedades respiratorias relacionadas con la contaminación del aire. La contaminación del aire también está asociada a cánceres infantiles.

Las mujeres embarazadas están expuestas a la contaminación del aire, lo que puede afectar al crecimiento del cerebro del feto. La contaminación del aire también está relacionada con la disfunción cognitiva de los niños, aunque también de los adultos.

El cambio climático, crisis de salud publica

Los cambios de temperatura, precipitaciones o humedad afectan al comportamiento y a la estacionalidad y abundancia de los vectores, de los hospedadores intermediarios o de los reservorios naturales. España se encuentra situada en una latitud geográfica apropiada para la permanencia de vectores que ya existen, y para la entrada de otros nuevos. Ya hemos empezado a ver algunos de sus efectos, por ejemplo, con el virus del Nilo.

Debido al calentamiento del planeta, los mosquitos propagan las enfermedades más lejos y más rápido que antes. Los fenómenos meteorológicos extremos, la degradación del suelo y la escasez de agua están desplazando a las personas y afectando a su salud. La contaminación y los plásticos llegan hasta el fondo de nuestros océanos más profundos, de las montañas más altas, y se han abierto paso en nuestra cadena alimentaria. Los sistemas de fabricación de alimentos y bebidas muy transformados y poco saludables están impulsando una ola de obesidad, aumentando el cáncer y las enfermedades cardiacas, al tiempo que generan un tercio de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

Pero afortunadamente, el futuro no está escrito y aún queda una oportunidad para imaginar un mundo centrado en la salud y el bienestar, y lo más importante, hacerlo realidad.

Estás viendo:
¿Somos capaces de imaginar un mundo centrado en la salud y el bienestar?

¡Compártelo!