Según la Organización Mundial de la Salud, 422 millones de personas en todo el mundo padecen diabetes. En España la cifra es de aproximadamente 6.000.000 de personas y muchas de ellas ni siquiera lo saben.
Juan Francisco Perán, presidente de la Federación Española de Diabetes (FEDE), ha señalado, que “de acuerdo con los datos de la Federación Internacional de la Diabetes, aproximadamente la mitad de las personas con diabetes no saben que la padecen y el 70% son diagnosticados cuando ya han desarrollado alguna complicación». En este sentido, trabajar para concienciar en la prevención y facilitar el acceso a la información sobre esta enfermedad, «son dos de las prioridades imprescindibles para prevenir los riesgos de los pacientes diabéticos de nuestro país.
Educación y prevención
La enfermera atiende al paciente diabético antes de que la enfermedad debute y permanece con él durante todo el proceso. Esta continuidad consigue:
- Un diagnóstico precoz para asegurar un tratamiento rápido.
- Formación para prevenir complicaciones. Proporciona herramientas para que el paciente tenga autocontrol de la enfermedad y disminuir riesgos.
- Prevenir la diabetes tipo 2. Gracias a su educación para la salud, ayudará a identificar y revertir la obesidad y los hábitos de vida no saludables, causantes de un alto porcentaje de la diabetes tipo 2.
La educación diabetológica es fundamental para que los pacientes sean capaces de gestionar su diabetes, mejorando su calidad de vida actual y evitando o retrasando complicaciones en el futuro. Aquí la figura de la enfermera educadora en diabetes es básica para ayudar a los pacientes a conocer y saber abordar su enfermedad.
Ico Toledo, enfermera educadora en diabetes en la Gerencia de Atención Primaria de Lanzarote, nos habla sobre la importancia de la educación para la salud en los pacientes diabéticos.
La enfermera educadora en diabetes hace seguimiento de pacientes con diabetes tipo 1, LADA y tipo 2. Está desde el debut y durante toda la vida; para pacientes tipo 1 ya estables las consultas se espacian en el tiempo y suele verlos cada dos o cuatro meses. En el caso de dispositivos como la bomba de insulina o el sensor (que ahora está muy en auge y por fin se ha conseguido que se financie en toda España) la enfermera es también la que hace el seguimiento más estrecho.
Es primordial que desde el Sistema Nacional de Salud se ayuda a realizar programas de abordaje temprano que permitan identificar a las personas con riesgo elevado de desarrollar la diabetes: De esta manera se conseguirá prevenirla, retrasarla o ayudar a las personas que ya la padecen a instaurar el tratamiento adecuado y evitar complicaciones.
También son importantes las diferentes acciones que se pueden desarrollar desde los centros de salud, como los talleres de educación para la salud . En este sentido, la OMS reitera que, para ello, es necesaria más financiación y apostar por la enfermería para combatir la cronicidad.
La enfermera escolar en el control de la diabetes
La diabetes es la segunda enfermedad crónica más común en los menores de edad, por lo que es fundamental la presencia de la figura de la enfermera escolar en los centros educativos.
La enfermera escolar cuida, previene la enfermedad y educa en salud. Son las encargadas también de controlar la sintomatología de los menores con diabetes, de su supervisión y de la actuación sanitaria ante las posibles complicaciones que la enfermedad pueda causar.
Pero más allá de los centros escolares, durante el verano, los campamentos son una de las opciones de ocio más demandada para los menores de edad. Para ellos son días de libertad y desconexión pero, para aquellos menores que padecen diabetes, pueden surgir muchas situaciones en las que se necesiten unos cuidados sanitarios urgentes. Por eso, en algunos campamentos como el campamento de la Asociación Diabetes de Madrid, se cuenta con la presencia de varios enfermeros que se encargan de educar de forma lúdica y sencilla sobre esta enfermedad y de ayudar a los menores a controlarse los niveles de insulina en sangre.
Diabetes y salud mental
La diabetes mellitus tipo 2 es una enfermedad crónica, multifactorial con base genética y ambiental. A corto plazo no es dolorosa, llamativa, ni molesta, pero a largo plazo termina agotando y desmotivando a las personas que la padecen. De ahí la importancia de llevar un buen control de la patología y de su tratamiento.
La diabetes afecta no solo al cuerpo de los pacientes, sino también a su salud mental. Tanto es así que el 31% de personas con diabetes se sienten “sobrepasadas” por la enfermedad, mientras que el 17% de los pacientes con diabetes tipo 2 sufre depresión.
Su cronicidad implica unos niveles muy estrictos de autocuidado y la constancia en la adherencia al tratamiento. Esto, en muchas ocasiones, puede causar impactos a nivel emocional como estrés, ansiedad o depresión.