SATSE Euskadi ha formado a Enfermería y Fisioterapia como agentes en cooperación al desarrollo ante las desigualdades mundiales. “Las enfermeras son clave para llevar los cuidados de salud a las poblaciones con menos recursos y a los sectores sociales con mayor riesgo de exclusión “, explica María Veiga, responsable de cooperación de SATSE Euskadi.
La actividad ha incidido en la importancia de Enfermería y Fisioterapia como agentes de cambio, capaces de crear estrategias de salud para la mejora de los cuidados y, por tanto, de los niveles de salud de todas las personas. Durante el curso se ha analizado el escenario de los derechos humanos en el mundo y especialmente, del derecho a la salud.
“Las enfermeras son clave para llevar los cuidados de salud a las poblaciones con menos recursos”
Algunas de las alumnas y alumnos ya han tenido experiencias en el ámbito de la cooperación. El enfermero Mbaye Gil ha tenido diversas experiencias de voluntariado y actualmente participa en una asociación de Bilbao que trabaja en proyectos de cooperación al desarrollo en Senegal.
“Hemos aprendido cómo adaptarnos a las necesidades que podemos encontrar en los países de destino”
“En este curso hemos conocido lo que conlleva la gestión de los proyectos de cooperación, algo muy útil para iniciarnos en este ámbito”, explica Jennifer Plaza, otra de las asistentes al curso. Jennifer es fisioterapeuta y antes de realizar esta formación en cooperación había realizado voluntariados en Guatemala y en Nepal.
Población migrante
El derecho a la salud de las personas migrantes ha sido otro de los temas tratados en las jornadas. En el curso han participado diferentes personas expertas en esta materia: Nieves Márquez, coordinadora de proyectos de cooperación de FUDEN; Ignacio Peña Ruiz, coordinador de Salud Entre Culturas en la Unidad de Enfermedades Tropicales del Hospital Ramón y Cajal; y Cristina Arcas Nogueras, responsable de Intervención Sanitaria de la misma unidad.
Durante la actividad se ha realizado un role playing sobre intervención comunitaria con población inmigrante, en relación a la prevención y diagnóstico precoz del VIH.
Desde la organización del curso como las propias alumnas y alumnos han destacado el gran potencial de la enfermería y la fisioterapia en la lucha contra las desigualdades en salud. “Han participado personas que ya tienen una experiencia en el ámbito de la cooperación. Se ha generado mucho debate y mucho aprendizaje en común, lo que ha resultado muy gratificante”, señala María Veiga.