Joan llegó a Inglaterra hace dos décadas, y hoy en día es un profesional de reconocido prestigio en su país de adopción. Tras pasar por diferentes ámbitos de la sanidad pública inglesa trabaja como gestor enfermero especializado en proyectos informáticos en la ciudad de Sheffield. “Pero llegó el coronavirus y todo se paró. Me ofrecí para trabajar en cuidados intensivos, dándole la vuelta a mi carrera y volviendo dónde comencé hace veinte años”, nos explica. “Ha sido una de las experiencias profesionales más duras que he vivido, tanto física como psicológicamente, pero por otro lado nunca he estado tan orgulloso de ser enfermero” sentencia.
«Llegó el coronavirus y me ofrecí para trabajar en cuidados intensivos, dándole la vuelta a mi carrera»
Después de vivir semanas en la primera línea de batalla contra la COVID 19, Joan ha llevado su labor un paso más allá, convirtiéndose como él dice en “cobaya humana”. La Universidad de Oxford comenzó los ensayos para una vacuna en el mes de abril y ahora ha contactado con diversos hospitales para buscar sanitarios que acepten ser inoculados con la cepa. “La razón por la cual buscan sanitarios es para garantizar que están en contacto con el coronavirus y así agilizar el proceso” aclara Joan.
La vacuna, única solución
Convencido de que la mejor manera de luchar contra la enfermedad es tener pronto una vacuna, Pons reconoce que lo que más le preocupa es “una segunda oleada”. Reflexiona que la mejoría de la situación y la apertura de las restricciones de movimiento pueden motivar “a que la gente se relaje” y dejen de cumplir las medidas de prevención. “Somos humanos y es bastante cansado estar alerta todo el tiempo, por eso la única manera de volver a la normalidad es conseguir una vacuna” sentencia.
«La única manera de volver a la normalidad es conseguir una vacuna»
Por ello, después de someterse a una batería de analíticas entre las que se verificará que no tenga anticuerpos, recibirá la vacuna. “Durante el próximo año tendré que pasar revisiones y realizar un diario electrónico de mis síntomas, para poder hacer el seguimiento y ver si realmente funciona” nos dice.
Se prevé que una primera vacuna salga al mercado en el mes de octubre, coincidiendo con la época en la que comienza el aumento de afecciones respiratorias. Joan explica que “aunque no sea la definitiva, permitirá que no tengamos que poner al mundo en pausa”.
Problemas similares
En cuanto a lo vivido en los centros sanitarios ingleses durante la crisis del Covid, Joan opina que “ha sido muy similar a lo que ha sucedido en España, ha habido bastante caos, ambos gobiernos lo podrían haber hecho mejor”. En concreto, la falta de acceso a los equipos de protección individual (EPI) también ha sido en una de las principales quejas de los sanitarios británicos.
Estudiantes de enfermería y profesionales jubilados ingleses también han acudido a los centros sanitarios para ayudar durante los picos de la enfermedad. Tal vez, por su perfil gestor, Joan aprovecha para contarnos que en Inglaterra se necesitan muchos enfermeros: “Antes del coronavirus teníamos 40 mil plazas vacantes, muchas enfermeras jubiladas se han reincorporado durante la crisis pero de aquí seis meses, cuando se marchen volveremos a tener este problema de falta de personal sanitario” explica Joan.
El Brexit, nos cuenta, ha provocado que muchos europeos ya no vayan a trabajar a Gran Bretaña, lo que supone “un gran vacío en el mercado de sanitarios”. “Cada día en cada planta de cada hospital faltan enfermeros y si faltan enfermeros eso quiere decir que la calidad de los cuidados que podemos dar no es la misma que si tenemos a los profesionales que necesitamos” argumenta.
