Europa dice no a la violencia en el trabajo

Europa dice no a la violencia en el trabajo

Una amenaza, un insulto o una bofetada. Físicas o verbales, las agresiones tienen muchas y muy diversas manifestaciones. Al año se producen en España cerca de 20 mil agresiones a profesionales de enfermería y la alarma de la violencia en el ámbito laboral ha llegado ya a nivel internacional.

La violencia en el ámbito laboral es una realidad a nivel internacional. Más de 40 organizaciones sindicales y profesionales de toda Europa se han reunido en Budapest para abordar esta problemática que afecta al 11% de los trabajadores y dejar claro que la máxima es “tolerancia cero”. Además, el 56% de las empresas españolas no disponen de un procedimiento formal para afrontar la violencia en el trabajo.

Organizada por la Confederación Europea de Sindicatos Independientes (CESI), el simposium “Trade unions for zero tolerance towards third-party violence at work” contó, entre otros, con la asistencia del presidente del Sindicato de Enfermería ,SATSe, Manuel Cascos, representando a la enfermería española. Es la tercera vez que CESI reúne a sus representantes europeos para debatir sobre violencia en el trabajo. Tras la primera en Berlín, el segundo encuentro en Madrid y esta última reunión de Budapest, se prevé un nuevo simposium en Francia para anunciar las conclusiones y medidas a poner en marcha. Las líneas de trabajo apuntan a la creación de una normativa específica a nivel europeo.

Cada día en España se producen 55 agresiones físicas y verbales a enfermeras y enfermeros

El ámbito sanitario se lleva la palma, el 80% de las enfermeras y enfermeros han sido víctimas de algún tipo de agresión pero tan solo el 11% de la enfermería lo denuncia. Terminar con estas cifras y, sobre todo, prevenir los comportamientos que desembocan en la agresión es ya una problemática a nivel internacional.

La sanidad se lleva la palma

Por sectores, en Europa, los profesionales relacionados con la salud y el transporte son los que registran mayores tasas de violencia en el trabajo llegando a alcanzar el 23% y el 20% del total de agresiones.

Cada día en España se producen 55 agresiones físicas y verbales a enfermeras y enfermeros. Se calcula que la enfermería española se lleva cerca de 20 mil agresiones al año.  Según estimaciones del Sindicato de Enfermería, SATSE, ocho de cada diez enfermeras y enfermeros aseguran haber sido víctima de una agresión verbal o física a lo largo de su trayectoria profesional. Las cifras demandan, por sí mismas, según argumenta la organización sindical, una ley que lo regule y un acuerdo de Estado.

Violencia laboral en todos los países

El 32% de trabajadores de la Unión Europea reconocen que han sufrido comportamiento violento en el ámbito laboral. En concreto, el 17% de las mujeres y el 15% de los hombres aseguran haber sufrido algún tipo de comportamiento violento: maltrato verbal, amenazas, trato humillante, violencia física y acoso sexual y psicológico.

El  Ministerio de Trabajo de EEUU tiene una minuciosa definición para la violencia en el trabajo: cualquier acto o amenaza de violencia física, acoso, intimidación u otro comportamiento perturbador amenazante que tiene lugar en el centro de trabajo. Y añade que va desde amenazas y abuso verbal hasta agresiones físicas e incluso homicidios. Sin embargo solo en ese país se reportan al año más de 2 millones de casos de violencia laboral.

El 80% de las enfermeras y enfermeros han sido víctimas de algún tipo de agresión pero tan solo el 11% de la enfermería lo denuncia

Uno de los primeros pasos para legislar y regular el tema de las agresiones se dio hace ya cuatro años. El 1 de julio de 2015 entraba en vigor la Ley Orgánica que modificaba el código penal que por primera vez pasaba a considerar a los profesionales sanitarios como autoridad pública. Tras este cambio, al que también se incluía a los docentes, la agresión a un sanitario podría conllevar penas de uno a cuatro años de prisión y multas de tres a seis meses. A pesar de ello se estima que el 11% de las agresiones sufridas en los centros sanitarios españoles no se denuncian.

¿Hacia dónde evoluciona este tipo de violencia?

Otro de los datos alarmantes es que las nuevas tecnologías traen consigo nuevas formas y vías de violencia. Se estima que cerca de la tercera parte de la violencia puede ser en forma de acoso sexual y bullying, que “con el aumento de las redes sociales se ha convertido en un importante problema”, nos contaba Malgorzata Milczarek, directora de proyectos sobre estrés y violencia laboral EU-OSHA, en una reunión sobre el tema celebrado en Madrid el pasado mes de junio.

La violencia no solo no desciende sino que se diversifica y el acoso es otra de las modalidades que sigue en aumento. Según datos de la Asociación contra el Acoso Psicológico y Moral en el Trabajo, en España un 15% de los trabajadores sufre mobbing en su entorno laboral. Soportar esta situación puede tener consecuencias a muchos niveles; puede incluso incrementar el riesgo de sufrir un problema cardiovascular.

El objetivo, coinciden todas las organizaciones reunidas en Budapest la pasada semana, es anticiparse y que las agresiones no lleguen a producirse. Pero, una vez que ya se han producido, añaden, hay que apostar por una mayor protección de las víctimas, así como un endurecimiento de las sanciones hacia los agresores para que su acción no quede impune en ningún caso.

En esta línea SATSE ha elaborado una propuesta de Ley que espera trasladar al nuevo ministro o ministra de Sanidad, tras las elecciones generales del próximo 10 de noviembre, así como a todos los partidos políticos, para que se pueda debatir y aprobar en el Congreso de los Diputados.

La próxima cita será en junio de 2020 en Francia, cuando se espera se hagan públicas las medidas concretas a llevar a cabo a nivel europeo para acabar con la violencia en el trabajo.

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