Qué pasará con la cobertura sanitaria de los españoles residentes en Reino Unido o cuál será la asistencia para los británicos jubilados en España son algunas de las grandes incógnitas derivadas del que se prevé va a ser un Brexit duro.
Solo en Baleares se facturan unos 10 millones de euros al año al Reino Unido a través de la tarjeta europea
El último Consejo Interterritorial antes de las elecciones del 10 de noviembre arrancaba con dudas sobre las posibles consecuencias del Brexit en el Sistema Sanitario Español. La nueva campaña contra el Tabaquismo, la presentación del Plan Nacional del Alzheimer, las agresiones a profesionales sanitarios, Valtermed y el aplaudido NC1 han copado las más de seis horas ininterrumpidas de debate.
¿Supone el Brexit cambios en la cobertura sanitaria?
A apenas dos semanas de la fecha de vencimiento todavía quedan dudas por despejar. Ya el mes pasado Moncloa publicaba en su web un plan de contingencias, elaborado por la Comisión Europea, en el que se desgranaban algunos de los puntos a tener en cuenta en caso de que no hubiera acuerdo con el Reino Unido, algo que cada vez parece más probable.
La ministra de Sanidad en funciones, María Luisa Carcedo, ha anunciado la creación de una comisión de seguimiento para el Brexit, en la que las comunidades autónomas podrán hacer sus aportaciones. Ha asegurado además que “se ha reforzado la plantilla de la Agencia Española del Medicamento para asumir el aumento en la carga de trabajo”.
Por el momento todavía se desconocen los pormenores sobre cómo se van a facturar al Reino Unido los tratamientos que sus ciudadanos reciban en nuestro país. Patricia Gómez Picard puntualiza que, por ejemplo en Baleares, los británicos suponen un tercio de los turistas extranjeros y «cada año facturan unos 10 millones de euros al Reino Unido a través de la tarjeta europea”.
Aún así, según ha afirmado la consejera balear a los medios, no se espera crear un agujero económico porque “se está trabajando de manera intensa” y la voluntad es buena. No se ha podido llegar a un acuerdo antes “por prohibición de la Unión Europea de redactar los convenios bilaterales”,
“Una sola agresión a un profesional sanitario en el ejercicio de una profesión no es tolerable»
Muchos de los supuestos están aun en el limbo, como la cobertura a ciudadanos transfronterizos o pensionistas británicos residentes en España. la cobertura en estos supuestos dependerá del tratamiento que el Reino Unido tenga con los ciudadanos españoles en circunstancias similares; según se informa en el espacio habilitado para el tema en la web del Ministerio. Te contamos algunos de ellos.
¿Qué pasa si eres británico y te destinan temporalmente a España?
Se prevé que estos británicos puedan mantener su situación de trabajadores desplazados, sujetos a la legislación británica, hasta finalizar el periodo previsto. Esta previsión será aplicable siempre que, para los mismos supuestos, las autoridades británicas competentes concedan un tratamiento recíproco a los trabajadores españoles, que residan y trabajen en Reino Unido o en Gibraltar.
La eterna duda de las zonas transfronterizas
Sí, las medidas de contingencia adoptadas por el Gobierno de España garantizan la asistencia sanitaria en España a los británicos que a fecha 1 de noviembre se desplacen para trabajar legalmente en España. Eso sí, siempre que las autoridades británicas competentes concedan un tratamiento recíproco a los ciudadanos españoles.
Los jubilados británicos en España
Los pensionistas a cargo del sistema de salud británico (NHS) seguirán recibiendo asistencia sanitaria en España siempre que las autoridades británicas competentes concedan un tratamiento recíproco a los ciudadanos españoles. Deben, sin embargo, conservar su tarjeta sanitaria u otro documento acreditativo.
¿Y los turistas?
Según informa el Ministerio de Sanidad en su web, en caso de salida sin acuerdo, los visitantes extranjeros que no dispongan de tarjeta sanitaria del SNS español o no aporten un documento acreditativo de la cobertura sanitaria a cargo de las entidades británicas, el SNS podrá cobrarles por los servicios prestados.
El Plan Nacional de Alzheimer
Tras ser aprobado en el Consejo Territorial de Servicios Sociales y Dependencia, celebrado el pasado 10 de octubre, el Plan Nacional de Alzheimer fue presentado en el Consejo Interterritorial.
Según María Luisa Carcedo, este plan tiene también que sobrepasar lo meramente sanitario y asistencial de la enfermedad y alcanzar a medidas que tienen que ver con el impacto social y familiar de la enfermedad.”
El documento establece cuatro objetivos:
- Sensibilización y transformación del entorno para cambiar la visión de la sociedad.
- Situar a la persona en el centro de la atención sanitaria y social.
- Mejorar los servicios, apoyos y prestaciones.
- Medidas para fomentar la investigación, la innovación y el conocimiento.
En España hay más de 700.000 personas entre los mayores de 40 años afectadas de Alzheimer. En 2050, el número de enfermos se habrá duplicado y se acercará a los 2 millones de personas.
#StopAgresiones
En 2018 se produjeron un total de 9.741 agresiones a profesionales sanitarios durante las cerca de 500 millones de consultas sanitarias contabilizadas en nuestro país. El 25% de ellas las sufrieron mujeres, una “consecuencia del tono social que aún pervive en nuestra sociedad”, según ha expresado la ministra en funciones.
Carcedo defiende que “una sola agresión a un profesional sanitario en el ejercicio de una profesión no es tolerable» y apuesta por “una relación enfermera-paciente basada en la confianza mutua”.
Se prevé que el Informe de agresiones a profesionales del Sistema Nacional de Salud en el que trabaja un grupo específico, esté concluido a finales de año. El Sindicato de Enfermería, por su parte, reclama un acuerdo de Estado para acabar con esta problemática.
Puedes consultar aquí más información sobre la campaña Stop Agresiones.
NC1: el fármaco 100% público
Sanidad ha dado luz verde a la administración del NC1, el primer medicamento español de fabricación no industrial. Se elabora a partir de las células del propio paciente y está destinado a lesiones medulares y, aunque no las cura en su totalidad, los pacientes recuperan sensibilidad, el control de esfínteres y ganan autonomía.
Es el primer fármaco desarrollado y administrado íntegramente por el sistema sanitario público, en concreto por el Hospital Puerta de Hierro, de Madrid. “Desde su investigación hasta su administración a los pacientes es enteramente público”, aseguraba Carcedo, lo que supone un hito en nuestro país aunque falta aún la fijación de precio.
