Es un trabajo que ha durado tres años, pasando por varias etapas, desde la difusión a nivel general del proyecto, a nivel particular en las unidades de alcance, explicarles a los profesionales las tres guías que se han implantado. Por un lado la Guía de Accesos vasculares, cuyas unidades de alcance iniciales fueron la planta de medicina interna y la de oncohematología. La valoración del Ictus que se implantó en la unidad de neurología, la otra la guía para la valoración y prevención de pie diabético para disminuir las complicaciones.
Convocado por Investen, el proyecto se inició en 2018, cuando fueron seleccionados junto a otros siete centros de un total de 25.
La acogida fue muy buena
Pero lo que podría haber suscitado ciertas reticencias entre los profesionales, al tratar de implantar un nuevo proyecto con la carga de trabajo extra que eso suele llevar parejo, ha sido lo contrario en el Hospital Lucus Augusti, con una buena acogida por parte de todos. Además los resultados son muy positivos, ya que se mejoraron protocolos y se crearon otros nuevos, registros, incluso, a nivel de comunidad autónoma.
Tal y como explica Ana Mª Murado, la decisión de incluir al Lucus Augusti en este proyecto vino dado del afán por mejorar y ofrecer un mejor cuidado a los pacientes. “Muchos de los cuidados, aún con la mejor de las intenciones, están sujetos a variabilidad, Está comprobado que cuando un cuidado está basado en evidencia científica va a obtener mejores resultados en el paciente, y una de las herramientas que está demostrada que cumple estas características es la implantación de guías de práctica clínica. Justo en ese momento supimos de esta iniciativa de Investen y no dudamos en sumarnos para dar mejores cuidados a nuestros pacientes”.
La responsable de la implantación de la Guía de Accesos vasculares, Purificación Morado, cuyas unidades de alcance iniciales fueron la planta de medicina interna y la de oncohematología, recuerda que “esta guía la elegimos porque la sometimos a una metodología que se llama AGRI que nos daba unos resultados sobre si era recomendable para el entorno, para el tipo de pacientes y para los recursos que teníamos”.
El líder es enfermería
El camino fue complejo porque una vez aprobado el proyecto, se tuvo que formar a las enfermeras para crear a los impulsores, las enfermeras que están a pie de cama y que son las que cambian los abscesos, las que eligen y valoran, en definitiva, las que van a poner en práctica el proyecto. Además, aunque es un proyecto multidisciplinar, la enfermera es la líder
Se eligió dos unidades que estuvieron en estudio durante dos meses para conocer cómo se trabajaba, y se lograron buenos resultados que han llevado a cambios a nivel estructural que facilitan el trabajo.
Prevención y detección del Ictus
También destacan la mejora de valoración en los pacientes con ictus mediante la atención continuada, cuya responsable de implantación fue Lourdes Bermello, enfermera de la unidad de neurología, que permitió detectar precozmente complicaciones en su estado. Para desarrollar esta guía se contó con la colaboración de todas las enfermeras de la unidad, y con sus cuidados se logra, entre otros, prevenir las neumonías por aspiración y el mantenimiento de accesos vasculares. La mejora en el manejo de los mismos permitió una reducción de las complicaciones del 15 por ciento.
Lo primero que hicieron fue organizarse en grupos y detectar los problemas en la unidad y resolverlos a base de la creación de protocolos, la guía de valoración, y una guía de cuidados para el cuidador y su familia que acaban de finalizar.
Para Lourdes Bermello uno de los principales Beneficios a la hora de aplicar estas guías es que son cuidados basados en la evidencia científica.
En este caso se decidió crear una ficha de valoración, donde se esquematiza la parte más importante de una valoración neurológica en un ictus, y esa plantilla ayudó al personal con menos experiencia en hacer una valoración completa basada en las necesidades de Virgina Henderson.
Grandes beneficios
Otro de los grandes beneficios de la implantación de estas guías en la unidad del Ictus es que estos sólo han sido los pasos, porque esto no se acaba aquí, ahora toca darle una de las partes no menos importantes, que es dar a esta guía carácter de sostenibilidad en el tiempo.
Les queda otra parte importante interrumpida por esta pandemia, por el trabajo extra que supone para las enfermeras, pero que empezarán a desarrollar en breve que es el de prevención y detección del ictus.
La última de las tres guías es la de Reducción de las complicaciones del pie en personas diabéticas cuyo responsable de implantación fue Juan Carlos Álvarez, enfermero referente en heridas crónicas es la tercera de las guías.
Se implantó en un centro de salud rural, el de Becerreá y otro urbano el de San Roque, ya que tiene un enfoque dirigido prácticamente en su totalidad a la primaria, ya que es la que habitualmente se hace cargo de este tipo de prevenciones, y el objetivo es que tras este inicio se pueda llegar a implantar en todos los centros del Sergas. Juan Carlos Álvarez reconoce que los inicios no fueron sencillos por las peculiaridades de mayor independencia que tiene la primaria con respecto a hospitalaria.
Mejora de la calidad de los cuidados
Gracias a estas guías se generó una herramienta muy importante, un programa informático para facilitar la revisión y actualizar la revisión de mínimos.
Con esa escala de valoración específica para la prevención de los factores de riesgo se consiguió que el 95 por ciento de los pacientes incluidos en el programa no desarrollaron úlceras vasculares.
Pero la implantación de estas guías aún tiene recorrido. De hecho su puesta en práctica no ha sido más que un periodo de partida, porque se inicia ahora un periodo de sostenibilidad que el mismo Investen requiere para seguir reacreditando, ampliar la difusión de las guías a otras unidades, o implantar unas nuevas. Pero también existe, y quizá es una de las claves del éxito, un interés propio de las enfermeras y enfermeros del Hospital Lucus Augusti de mejora de la calidad y de los cuidados.