La hipertensión arterial (HTA) es la elevación de los niveles de presión arterial de forma continua o sostenida. Al aumentar la presión, el corazón tiene que hacer mayor esfuerzo para bombear la sangre, pudiendo provocar problemas cardiovasculares, hemorragia cerebral, insuficiencia renal…, entre otras patologías.
Desde la Asociación Española de Enfermería de Hipertensión y Riesgo Cardiovascular (EHRICA) se persigue potenciar y divulgar, desde una visión global e integradora, el trabajo de la enfermería en la prevención y el tratamiento integral del riesgo cardiovascular en el paciente. La enfermera juega un papel fundamental en el cribado y diagnostico de la hipertensión arterial y el manejo y control de sus factores de riesgo y enfermedad cardiovascular.
Control de la tensión arterial
Recuerda que, según la OMS, el 46% de los adultos hipertensos desconocen que padecen esta afección y apenas uno de cada cinco adultos hipertensos (el 21%) tiene controlado el problema.
Por ello, medir la presión arterial y conocer nuestros valores es fundamental para evitar graves consecuencias. Diagnosticar y tratar la hipertensión a tiempo puede reducir el riesgo de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal, entre otros problemas de salud.
La presión sanguínea depende de multitud de variables, pero el valor establecido como presión arterial media es de 120 mmHg para la sistólica y 80 mmHg para la diastólica, que habitualmente se expresa como 120/80 mmHg. Este valor puede variar de persona a persona, así que hay un intervalo que podemos tomar como referencia para saber si disponemos de unos valores normales de tensión arterial en la edad adulta: 90/60mmHg – 140/90 mmHg. La OMS es claro al respecto, tensión alta 14/9, igual lo señala la Fundación Española del Corazón.
Por ello, la OMS recomienda acudir a tu centro de atención primaria de salud en su comunidad para obtener una lectura precisa de la presión arterial si no te has medido la presión arterial en un año o menos tiempo.
Factores que provocan hipertensión
La HTA, en la mayoría de los casos, es una enfermedad con un patrón hereditario complejo en el que están involucrados diferentes genes que determinan una mayor o menor susceptibilidad a desarrollarla. Los hábitos y el estilo de vida pueden ser determinantes para el desarrollo de la enfermedad. Algunos de los factores que aumentan el riesgo son: consumo excesivo de sal, dietas ricas en grasas saturadas; ingesta insuficiente de frutas y hortalizas; inactividad física; consumo de alcohol y tabaco; Sobrepeso u obesidad
Prevención de la hipertensión
El mejor tratamiento de la hipertensión es una buena prevención que evite su aparición. Por ello es fundamental seguir un estilo de vida cardiosaludable:
- No fumes. El tabaco aumenta la presión arterial y la frecuencia cardiaca.
- Evita el alcohol. El consumo excesivo de alcohol provoca el incremento de la presión arterial y otras alteraciones perjudiciales el corazón y otros órganos.
- Controla tu peso. El sobrepeso es una causa de hipertensión.
- Haz ejercicio físico La realización de ejercicio físico regular consigue bajar las cifras de presión arterial.
- Sigue una dieta cardiosaludable. Debe ser variada, con gran presencia de alimentos frescos y de temporada (frutas, verduras, etc.), pocos alimentos procesados/envasados y disminuir el consumo de azúcares refinados, grasas saturadas y sal. Uno de los mejores ejemplos es la dieta mediterránea.
- Acude a tu centro de salud para la toma de tensión.