SATSE ha denunciado que la congelación de la inversión pública en Sanidad prevista para el próximo año, según el Plan Presupuestario del Gobierno remitido a la Unión Europea, demuestra que la atención sanitaria sigue sin ser una prioridad para el Ejecutivo.
Esta congelación se suma a la caída de la inversión pública en Sanidad de cerca de un punto del PIB en los últimos tres años. Una insuficiente inversión que impide dar respuesta a problemas que preocupan mucho a la sociedad, como las crecientes listas de espera o la saturación en los centros sanitarios.
Del 7,6 al 6,7 por ciento en 3 años
Desde 2020 se viene registrando una desinversión en la Sanidad pública, como se refleja en los sucesivos planes presupuestarios que el Gobierno ha enviado a Bruselas. En 2020, fue el 7,6 por ciento del PIB; un 7,2 en 2021; descendió al 7 por ciento en 2022; y en un 2023, un 6,7 por ciento.
Menos gasto sanitario conlleva más listas de espera y saturación en los centros
Una inversión en la Sanidad pública que se encuentra muy por debajo de la que realizan países de nuestro entorno:
- Alemania: 11 por ciento.
- Francia: 10,4 por ciento.
- Suecia: 9,6 por ciento.
Es fundamental aumentar el gasto sanitario público de forma paulatina en los próximos años y poder equipararnos a los países de nuestro entorno y atender las necesidades de promoción de la salud, de prevención y asistenciales.
SATSE también propone que se analice en profundidad el gasto sanitario para hacerlo más eficiente y racional, ajustándolo a las verdaderas necesidades de la población y eliminando o reduciendo los gastos que pudieran estar vinculados a posibles bolsas de ineficiencia.
Preocupación social
El Sindicato también incide en que esta desinversión paulatina contrasta con la opinión generalizada de la sociedad que en sucesivas encuestas refleja su preocupación por la situación de nuestro sistema sanitario. El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) manifiesta que la Sanidad es el segundo problema para los españoles a nivel personal.
Esta infrafinanciación de nuestro sistema sanitario público provoca, entre otros problemas, el paulatino incremento de las listas de espera.
Falta de recursos
La falta de suficientes medios materiales y recursos humanos motivada por la insuficiente inversión pública provoca también situaciones cada vez más frecuentes de saturación de unidades, servicios y centros sanitarios. Una realidad que perjudica la atención a las personas y también al personal sanitario que se ve sobrecargado y tensionado.
El Sindicato asegura que nuestro sistema sanitario no podrá dar una respuesta satisfactoria a los retos actuales y futuros de la sociedad (progresivo envejecimiento, pluripatologías, cronicidad, dependencia…). Tiene que cambiar la actual tendencia e iniciarse una línea ascendente de apuesta presupuestaria por la sanidad pública y sus profesionales.
Invertir en Sanidad nunca debe entenderse como un gasto, sino como una apuesta por la salud y bienestar integral de las personas. Además, es un motor de riqueza, desarrollo, igualdad y progreso para cualquier país.