Cuando a una madre y un padre se les dice que su bebé no tiene latido, en muchas ocasiones, no terminan de ser conscientes de lo que eso significa. Es una situación que no se espera y para la que nadie se ha preparado.
Este fallecimiento será duro y complicado de asimilar, especialmente para la gestante, tanto si se produce en las primeras semanas de gestación (aborto), después de la semana 22 (muerte fetal) o en los primeros 28 días de vida (muerte neonatal).
Tras la muerte comienza un duelo que parece casi invisible para la sociedad y frente al que algunos profesionales sanitarios no saben cómo actuar. Surge aquí la necesidad de contar con programas, planes o protocolos de actuación para auxiliar y acompañar a las familias durante la fase de duelo. Formar a los profesionales implicados en todo este proceso es fundamental para proporcionar la atención que las familias, y más concretamente la mujer, necesitan.
Por esta razón, diversos profesionales de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete decidieron crear el Protocolo de abordaje multidisciplinar de la muerte perinatal, que pretende ayudar a quienes sufren estas pérdidas. Una de las artífices de este protocolo, Pilar Fuentes, matrona y Supervisora del Área Maternal de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete nos cuenta más detalles sobre él.
Acompañar en el duelo
Ayuda, información y apoyo, son los ejes sobre los que se vertebra el Protocolo de Abordaje Multidisciplinar de la muerte perinatal, muerte neonatal inmediata e interrupción legal del embarazo creado por más de medio centenar de profesionales de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete.
Este protocolo surge de la necesidad de llevar a cabo un abordaje de forma ordenada e integral de un proceso que requiere de la mayor sensibilización por parte de profesionales, instituciones y sociedad en general. Se ha realizado, además, desde un punto de vista multidisciplinar e integral, para que las familias que se enfrentan a la pérdida de un hijo sean y se sientan acompañadas, según sus necesidades, en todo momento.
Este documento se centra en el paciente y la familia para ayudarles en la toma de decisiones y la coordinación de la atención ante una situación tan desgarradora como es la pérdida de un hijo.
Un protocolo que aboga por personalizar, en la medida de lo posible, el modo de cuidar a estas madres y familias, teniendo en cuenta sus circunstancias y la fase del duelo en la que se encuentren.
