10 recomendaciones para reducir tu riesgo cardiovascular

10 recomendaciones para reducir tu riesgo cardiovascular

recomendaciones para reducir el riesgo cardiovascular
Las enfermedades cardiovasculares se pueden prevenir, y eso es una gran noticia. Aunque no todos los factores que las causan son evitables, podemos incidir en todas las causas modificables, como alimentarnos bien, hacer deporte, caminar, no fumar, no beber alcohol, no consumir drogas y prevenir la obesidad. La enfermera nos ayudará a trabajar en la prevención de la enfermedad cardiovascular y también a determinar nuestro riesgo cardiovascular.

Constituyen la primera causa de muerte en hombres y mujeres y son responsables de la mitad de las muertes en Europa. Las enfermedades cardiovasculares son un grupo de desórdenes del corazón y de los vasos sanguíneos. En el Día europeo de la Prevención del Riesgo Cardiovascular la comunidad internacional insiste en la necesidad de desarrollar estrategias para reducir el riesgo cardiovascular. Un riesgo que provoca muchas muertes prematuras y súbitas. La Carta Europea de Salud Cardiovascular dispone una serie de medidas que nos ayudan a evitarlas.

1. Conoce tu riesgo cardiovascular

Lo primero que debemos saber es cuál es nuestro riesgo cardiovascular. La enfermera de Atención Primaria calculará tu riesgo cardiovascular, y lo más importante te dará las pautas individualizadas a seguir para reducir al máximo la probabilidad de sufrir un problema cardiovascular. El cálculo lo hará a través de la tablas de estimación del riesgo, una de las más utilizadas es la tabla Score, calcula el riesgo a diez años de enfermedad cardiovascular. Se contemplan variables como el sexo, la edad, valores colesterol, fumador o no y la presión arterial sistólica.

2. Mantén a raya el colesterol

El colesterol es una sustancia grasa natural presente en todas las células del cuerpo humano necesaria para el normal funcionamiento del organismo. La mayor parte del colesterol se produce en el hígado, aunque también se obtiene a través de algunos alimentos. Entre sus funciones: interviene en la formación de ácidos biliares, vitales para la dig estión de las grasas.os rayos solares lo transforman en vitamina D para proteger la piel de agentes químicos y evitar la deshidratación. A partir de él se forman ciertas hormonas, como las sexuales y las tiroideas. Sin embargo su exceso, es perjudicial para la salud. Se recomiendan hacer controles periódicos para determinar tus valores de colesterol.

3. Cuida tu tensión arterial

Si eres una persona sana verifica anualmente que tu tensión sigue por debajo de 140/90 mmHg. Los controles y medidas preventivas han de ser regulares. Tu enfermera te ayudará a mantener a raya tu tensión arterial.

4. Duerme bien

El descanso nocturno se ha sumado recientemente a la lista cada vez más larga de factores que ponen en peligro la salud cardiovascular. La falta de horas de sueño o el descanso de mala calidad es una bomba de relojería para el corazón, según diferentes investigaciones. Las personas que duermen menos de seis horas por la noche pueden tener más posibilidades de sufrir un infarto o un ictus que las que descansan entre siete y ocho horas diarias.  Además el horario irregular del sueño también puede ser  factor de riesgo de ECV, independientemente de la cantidad y/o calidad del sueño.

5 No fumes

Los fumadores tienen tres veces más riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular que el resto de la población. Según el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), el tabaco provoca cerca de 52.000 muertes anuales en España por dolencias como la bronquitis crónica, el enfisema pulmonar y el cáncer de pulmón y faringe. Por si esto fuera poco, es también es el factor de riesgo cardiovascular más importante, ya que la incidencia de la patología coronaria en los fumadores es tres veces mayor que en el resto de la población.

El 39,4% de la población de 15 a 64 años ha consumido tabaco en el último año, el 36,8% en el último mes y el 32,3% diariamente. Respecto a 2017, el dato ha disminuido, pasando de 34,0% a 32,3%, retornando a las cifras que se registraban en 2005, fecha a partir de la cual se apreció un descenso a lo largo de los años hasta llegar a 2017, en que se produjo un aumento notable (de 30,8% a 34%).

Fumar apenas un cigarrillo al día lleva aparejado un riesgo de enfermedad coronaria o ictus mucho mayor del esperado: aproximadamente la mitad del riesgo de los fumadores de 20 cigarrillos al día. No hay un nivel seguro de tabaquismo para la enfermedad cardiovascular. Los fumadores deberían intentar eliminar del todo el hábito, en lugar de disminuir el consumo para reducir el riesgo.

6. Haz ejercicio físico

La inactividad física o falta de ejercicio se considera factor de riesgo cardiovascular. El estilo de vida sedentario y la mortalidad cardiovascular están relacionados. Una persona sedentaria tiene más riesgo de sufrir arterioesclerosis y ateroesclerosis, hipertensión y enfermedades respiratorias. Es recomendable practicar por lo menos 30 minutos de ejercicio físico al día.

7. Alimentate bien

La dieta que más beneficios produce a nivel cardiovascular es la dieta mediterránea. Se trata de una herramienta de tratamiento frente a la enfermedad cardiovascular. Estudios como PrediMEd han demostrado que una dieta rica en aceite de oliva puede disminuir la mortalidad y la enfermedad cardiovascular. Hay que cambiar grasas “malas” por las “buenas”. Estas son las que encontramos en pescado, los frutos secos y del aceite de oliva. Las frutas, verduras, hortalizas, pescado, aceite de oliva, carnes magras, cereales y lácteos desnatados deben estar en nuestra dieta. Recuerda: sal, azúcares y alcohol sólo en pocas cantidades.

8. Controla tu peso

Los pacientes que tienen aumento de la grasa abdominal presentan un incremento importante del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Es importante mantener el peso dentro de unos límites razonables para el normal funcionamiento del corazón, los vasos sanguíneos, el metabolismo, los huesos y otros órganos de nuestro cuerpo.

9. Di no al estrés y a la ansiedad

La relación entre el estrés emocional y los eventos coronarios mayores está establecida hace ya mucho tiempo. Pero la verificación de esta presunción se ve obstaculizada porque no existe un test científico para cuantificar el grado de estrés emocional. Por ejemplo, se ha demostrado que existe un aumento del riesgo de infarto agudo de miocardio (doble de lo normal) durante las dos horas siguientes a un episodio significativo de alteración emocional. El aumento de tensión emocional es peligroso para el corazón. El estrés en casa y en el trabajo hace más difícil seguir un estilo de vida cardiosaludable.

10. Cuida tu boca

La salud bucodental tiene una relación estrecha con la salud cardiovascular. Se recomienda que, de la misma forma que se controla la presión arterial o el colesterol, se cuiden las encías.
Recientes publicaciones ponen de relieve que las enfermedades periodontales y cardiovasculares comparten factores de riesgo, lo que justifica aún más la necesidad de no perder la oportunidad de actuar sobre estos factores desde todos los ámbitos posibles.

Desde la Fundación Española del Corazón, y con motivo del Día Europeo para la Prevención del Riesgo Cardiovascular se insiste en la necesidad de incorporar estilos saludables desde edades muy tempranas para frenar las enfermedades cardiovasculares y evitar muchas muertes prematuras y súbitas. Una forma de conseguirlo es poder contar con una enfermera escolar en todos los colegios y centros educativos, con el fin de conseguir prevenir las principales causas modificables que originan la enfermedad cardiovascular.

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