SATSE subraya que, pese a los diferentes compromisos adquiridos por las administraciones sanitarias y partidos políticos durante la pandemia del Covid-19, la realidad laboral de las más de 300.000 enfermeras y enfermeros de nuestro país sigue siendo la peor dentro del sistema sanitario, al sufrir unas penosas, peligrosas y tóxicas condiciones que perjudican su seguridad y salud, tanto a nivel físico como psicológico y emocional. y que, con frecuencia, genera riesgos en su entorno personal y familiar.
“Respetamos que otros colectivos profesionales sanitarios pongan en valor su trabajo, aludiendo a la realización de guardias de 24 horas, por ejemplo, pero si hacemos un análisis objetivo de las condiciones laborales de unos y otros y del reconocimiento que reciben por las mismas, teniendo en cuenta la continuidad ininterrumpida de la atención y cuidados, así como la alerta y vigilancia permanente a lo que ello les obliga, es indudable que son los profesionales peor parados dentro del sistema sanitario , apunta.
En este sentido, SATSE destaca que las enfermeras y enfermeros sufren jornadas de trabajo extenuantes, doblajes de turnos, ausencia de descansos, incluso en los días libres, contratos inestables y precarios y cambios permanentes de unidad y servicio en los hospitales, entre otras penosas condiciones laborales que les someten a una permanente situación de estrés e incertidumbre personal y laboral.
Multitud de riesgos
Además de numerosos riesgos para su seguridad y salud a los que se enfrentan en su día a día (biológicos, químicos, físicos, psicosociales, ergonómicos…), un gran número de enfermeras y enfermeros tiene que trabajar a turnos, es decir, a lo largo de su trayectoria profesional deben realizar su labor unos días por la mañana, otros por la tarde y otros por la noche.
Al respecto, el Sindicato de Enfermería recuerda que tener un horario variable de manera continuada impide al organismo adquirir rutinas de sueño, alimentación y descanso que, según multitud de estudios científicos, afectan a su salud y bienestar psicosocial. Por ejemplo, según la OIT, las enfermeras y enfermeros pierden cinco años de vida por cada 15 años de trabajo en turno de noche. Al respecto, añade que hay profesionales sanitarios que, a través de las guardias, realizan en torno a 11.000 horas de trabajo por las noches, mientras que en el caso de las enfermeras son más de 40.000 horas de trabajo nocturno.
Retribuciones justas
Una penosa y lamentable realidad que ninguna administración pública o empresa sanitaria privada reconoce retributivamente de forma justa. Las enfermeras que trabajan en los hospitales reciben, de media, por cada hora trabajada durante la noche unos cuatro euros brutos durante la primera y segunda semana y tres euros brutos en la tercera y cuarta semana. Por su parte, la hora de guardia en Atención Primaria fuera de la jornada laboral ordinaria no llega a los nueve euros brutos en algunas comunidades autónomas.
Por ello, el Sindicato reclama que se revise al alza la compensación de los profesionales que trabajan por turnos en los hospitales o realizan guardias en los centros de salud. En concreto, demanda 18 euros netos por cada hora trabajada de noche en hospitales y 25 euros netos por la hora de guardia fuera de la jornada ordinaria en Atención Primaria. “Todas estas razones, entre otras, son las que justifican que las enfermeras y enfermeros sean los profesionales que requieren urgentemente poder jubilarse de manera anticipada voluntaria por una cuestión de justicia y reconocimiento”, concluye.