En el momento de la entrevista todavía estamos en la fase cero de la desescalada, Silvia Rodríguez Torres contesta a nuestra videollamada desde su casa. Ella es enfermera referente de la Unidad de Fibrosisis Quística del Hospital San Joan de Déu en Barcelona y desde el inicio del confinamiento ha atendido a los pacientes pediátricos y sus familias por teléfono.
“Los primeros días fueron muy estresantes, todo muy a corre corre” recuerda la profesional. Todo el equipo, desde las administrativas pasando por médicos y enfermeras, se puso de inmediato a llamar a las familias para que no se desplazaran al hospital. “Los padres estaban muy asustados y agradecieron poder hacer las consultas, casi desde el minuto uno, por teléfono” explica.
Silvia cuenta que las familias siempre han tenido acceso a su busca, pudiendo contactar con ella dentro de su horario laboral. Ahora, durante la crisis del coronavirus, esa inmediatez se ha hecho más importante ya que al ser una enfermedad pulmonar “los padres han tenido que aprender a distinguir entre los síntomas de la enfermedad basal y algún cambio como cansancio o fiebre”.
Los padres estaban muy asustados y agradecieron poder hacer las consultas, casi desde el minuto uno, por teléfono
Una nueva forma de trabajar
“Yo creo que de todo hay que aprender y esta situación también ha traído cosas positivas, como descubrir una nueva forma de trabajar” explica la enfermera que asegura que en el caso de enfermería “estamos demostrando que podemos hacer un seguimiento del paciente aún y cuando no lo tenemos delante”. El reto, explica, ha consistido en que “con tus conocimientos y según lo que te explique el paciente saber qué tienes que decir y cómo orientarlos”.
La tele enfermería, una nueva forma de trabajar que puede ser muy útil en el futuro
La atención a distancia “puede sernos muy útil en el futuro”, recordando que con este tipo de visitas el paciente pierde menos tiempo. Además, recuerda las largas listas de espera que sufren los centros sanitarios que se podrían “vaciar con el teletrabajo”.
Atención primaria
Para reducir la afluencia de personas a los centros de atención primaria , evitando así posibles contagios, los ambulatorios también han tenido que adaptarse rápidamente. Además de reforzar la atención telefónica, en Cataluña se ha ampliado la utilización de una plataforma que ya existía, La Meva Salut, en la que hasta ahora los usuarios podían consultar su historial, medicación o vacunas, además de pedir cita. A estas posibilidades se ha sumado la creación de un formulario de consulta entre profesional y paciente, activado la comunicación telemática e implementado las videollamadas.
En Inglaterra, por ejemplo, este tipo de consultas funcionan desde antes de la crisis del COVID-19 y los pacientes ya solicitan visitas virtuales de forma “habitual y rutinaria”. Así lo explica Marta Arbolí, una médico española que desde hace tres años es responsable de la coordinación de la atención sanitaria por videoconferencia en los ambulatorios de la ciudad de Londres. “No les cerramos la puerta de los centros, ellos pueden elegir” y muchos prefieren evitarse el desplazamiento. “La lista de espera también es más corta, porque el sanitario la puede gestionar y atender desde su casa” asegura Marta.
La médico aboga por una combinación de ambos sistemas y sobre todo por formar al profesional en teleconsultas. “Tienes que tener una formación en teleasistencia para conocer los límites, también para saber guiar al paciente y que te de la información que necesitas obtener” explica Arbolí.
Teleasistencia combinada con atención presencial, fórmula de éxito
Mantener el contacto telemático con el paciente ha sido una necesidad en los ambulatorios por el COVID-19, y lo seguirá siendo en el futuro más inmediato ya que se pronostica que la presión asistencial provocada por la enfermedad infecciosa pasará ahora a la atención primaria. Pero más allá del coronavirus, ¿es positivo mantener la teleasistencia? Todo parece indicar que sí, ya que tiene una buena aceptación entre la mayoría de usuarios.
Datos personales y seguridad
Uno de los problemas que podría tener la atención sanitaria digital es la seguridad de los datos por lo que es importante establecer canales de comunicación fiables. Una de las empresas líderes en Europa en este tipo de servicios es KRY, que decidió abrir su plataforma de manera gratuita a los profesionales que quisieran usarla durante la crisis del COVID-19. La corporación insiste en la importancia de que el sistema que se utilice en las consultas por vídeo esté totalmente cifrado y no almacene datos médicos del paciente.