Protocolos de actuación con embarazadas con COVID-19 | EnfermeríaTV

Todo sobre los protocolos de actuación con embarazadas infectadas por COVID-19

En el momento en el que una embarazada con sospecha o positivo en COVID-19 acude a un hospital, el abordaje de los profesionales es específico. Detallamos cada posible caso y los protocolos de actuación de matronas y resto de equipos multidisciplinares implicados.

Desearíamos que ninguna mujer embarazada fuera contagiada por coronavirus pero, desafortunadamente, ya hemos vivido más de un caso en nuestro país. Que no cunda el pánico, muchos de los casos son leves y sin mayor complicación, eso sí, cuando una embarazada con sospecha o confirmación de COVID-19 acude a un hospital el abordaje sanitario tiene que ser específico . Para las embarazadas y los profesionales que se encargan de atenderlas en los centros hospitalarios va dirigido este post, en él te contamos todo sobre los protocolos de actuación. 

La parte positiva y esperanzadora es que hasta el momento los estudios no indican que una mujer, por el mero hecho de estar embarazada, tenga más riesgo de complicaciones si se infecta por COVID-19. De hecho, y aunque la evidencia no es muy amplia, los estudios indican que el cuadro clínico en embarazadas no parece ser más grave que en el resto de la población joven y sana.

Protocolo cuando una embarazada con COVID-19 acude a un hospital

Las embarazadas infectadas o con sospecha de COVID-19  pueden verse en la situación de acudir a un hospital por la propia afectación del coronavirus o como consecuencia de su estado gestacional (situación de parto o alguna anomalía). En ambos casos las medidas a tomar por los profesionales sanitarios serían las mismas: 

 

  • Mascarilla
  • Aislamiento
  • Uso de EPIs por parte de todo el equipo que la asiste
  • Prueba PCR. En este tipo de pacientes se realiza lo antes posible 

 

Además, serán siempre dos equipos los que atenderán a estas pacientes

  • Equipo encargado de tratar el COVID-19
  • Equipo obstétrico-ginecolóigico

Ambos actuarán siempre coordinados para evaluar el bienestar de la madre y el feto. 

¿Qué pruebas hay que realizar a la embarazada?

A nivel obstétrico-ginecológico, lo primero es valorar la edad gestacional.

Embarazo de menos de 24 semanas

Será necesario comprobar viabilidad fetal. En este caso las matronas realizarán una ecografía

Embarazo de más 24 semanas 

Una vez sobrepasadas las 24 semanas lo que hay que comprobar es el bienestar fetal. Además de la ecografía se realizará un registro cardiotocográfico, aunque este puede no revelar todos los posibles problemas o anomalías.

¿Qué pasa si una embarazada infectada que se pone de parto?

Puede suceder que una mujer embarazada infectada esté realizando aislamiento domiciliario en casa y se ponga de parto. Lo primero que tiene que hacer es avisar de su situación siempre que sea posible. Si no se puede por teléfono, se avisará a la llegada. Y tomará siempre todas las medidas de prevención, propias de cualquier infectado (mascarilla, distancia de seguridad, etc). 

Seguimiento de embarazadas con COVID en planta y UCI

En el caso de ser hospitalizada la mujer tendrá siempre ese doble seguimiento del equipo ginecológico y de COVID. Y cumpliendo estas condiciones: 

  • Permanecer en habitación de aislamiento
  • Visita diaria de matronas y equipo ginecológico para evaluación y monitorización
  • Utilización de los EPIs establecidos según cada tipo de contacto

Para los casos más graves que tengan que ingresar en UCI el equipo obstétrico-ginecológico se desplazaría allí cada día para valorar a la paciente y, en caso de empeoramiento, podría valorarse además la opción de extracción fetal.

Cómo es el tratamiento farmacológico para embarazadas infectadas

Cada caso tendrá que verse de manera individual pero sí hay evidencia de ciertos fármacos contraindicados y otros que no tienen por qué ser negativos para la futura madre, si no todo lo contrario. 

Los casos leves se van a casa

Puede suceder que una mujer embarazada con positivo en COVID-19 sea un caso leve, sin complicaciones ni gran evolución de la enfermedad. Si después de la evaluación de los dos equipos el cuadro de la mujer no es grave ni moderado (caso leve) y se confirma el bienestar fetal, la embarazada podría irse a casa y realizar allí el aislamiento domiciliario como cualquier otra persona. Eso sí, deberá realizar un seguimiento del embarazo, respetando las citas correspondientes, aunque algunas se realicen de manera telefónica o a domicilio. La matrona de referencia dará a la embarazada todas las pautas a seguir

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