El cáncer es una de las principales causas de muerte de niños y adolescentes en todo el mundo. Cada año se diagnostica esta enfermedad a aproximadamente 300.000 niños de 0 a 19 años. En los países de ingresos altos, más del 80% de los niños con cáncer se curan, pero la triste realidad es que como denuncia la Organización Mundial de la Salud (OMS), esa cifra cae hasta el 20% en muchos países de ingresos bajos. Una brecha que se cobra muchas vidas. Las razones de las tasas de supervivencia más bajas en los países de ingresos bajos y medianos incluyen la imposibilidad de obtener un diagnóstico preciso, terapia inaccesible, abandono del tratamiento, muerte por toxicidad (efectos secundarios) y recaída excesiva, en parte debido a la falta de acceso a medicamentos y tecnologías esenciales que abordan cada uno de ellos.
Diagnóstico temprano
El diagnóstico temprano pasa por la concienciación por parte de las familias y acceso a la atención sanitaria, la evaluación clínica, el diagnóstico y la estadificación. Un diagnóstico correcto es esencial para tratar a los niños con cáncer porque cada cáncer requiere un régimen de tratamiento específico que puede incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia. Ese acceso a un diagnóstico eficaz, medicamentos esenciales, patología, hemoderivados, radioterapia, tecnología y atención psicosocial y de apoyo es variable e inequitativo en todo el mundo.
En España más del 80% de los niños han sobrevivido después de 5 años y en torno a un 75% a los 10 años. La clave con este tipo de pacientes es enfocar cada caso con un abordaje global porque “trabajar con un niño es trabajar con él y con la familia”, tal y como explica Pilar Herreros, supervisora de Oncología del Hospital Niño Jesús de Madrid. “Cuando hay un cáncer infantil en una familia es un cáncer de todos”, comenta.
Humanización
Las enfermeras y enfermeros también trabajan por ofrecer a los más pequeños una asistencia sanitaria humanizada. Asociaciones como la Fundación Aladina se centran en ayudarles a hacerlo posible. Desde salas de juegos, terapias con perros, apoyo psicológico o poner una wifi gratuita. Hoy Aladina proporciona apoyo integral a niños, adolescentes y familiares. Cuidan y atienden el alma de los pequeños valientes, y les hacen su paso por el hospital más fácil. La Fundación Aladina ofrece asistencia psicológica, emocional y material. Para ello cuentan con la ayuda de un amplio grupo de voluntarios.
En pandemia
La OMS también pone el acento en la necesidad de no dejar de lado el diagnóstico, tratamiento e investigación del cáncer infantil durante la pandemia. Las interrupciones producidas en todo el mundo por la pandemia supondrá una nueva barrera a la búsqueda de mejores resultados en la salud de los más pequeños. Por ello recuerda que debe seguir siendo una prioridad trabajar por un diagnostico precoz que permita una más favorable evolución de esta enfermedad.