“Muchas mujeres por cultura no acuden a su matrona, están desinformadas” explica Pablo Rodríguez, matrón del ASSIR Eixample Esquerra y profesor asociado de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Barcelona. Rodríguez relata que cuando las usuarias acuden a realizarse la citología para el cribaje de cáncer de cérvix, las matronas aprovechan para impartir consejos sobre ejercicio, nutrición y cuidado en la etapa del climaterio. “Somos muy pocos y tenemos poco tiempo, pero es el momento en el que podemos incidir, aunque sea de manera muy breve” lamenta.
“En ese corto espacio de tiempo repasamos los estilos de vida y preguntamos sobre los síntomas que con frecuencia son sofocos o cambios de humor consecuencia del déficit hormonal de estrógenos”, cuenta Pablo.
“Las matronas hacemos publicidad y campaña de concienciación social para que la gente conozca lo que hacemos, que no estamos solamente en el parto y que acompañamos a la mujer desde la primera regla”, explica Pablo y lamenta que las usuarias no sepan que pueden acudir a su matrona.
“Es una pena porque desconocen dónde pueden acudir, o quién les puede ayudar. Van a internet o a la amiga, pero no acuden al profesional que puede realizar una valoración, darle unas pautas, y si es conveniente, derivar” asegura.
Nutrición y menopausia
Bárbara Munar, nutricionista especializada en salud femenina hormonal y menopausia, opina en la misma línea y niega que se deba normalizar asumir los síntomas de la menopausia como algo inevitable. “No estamos enfermas, pero hay muchos síntomas que nos hacen pensar que lo estamos: esas palpitaciones esos sofocos acompañados de angustia, ese nerviosismo cuando no puedes dormir, ese agotamiento intenso…” explica.
La nutricionista asegura que, pese a la base hormonal de los síntomas de la menopausia y la perimenopausia, la alimentación y el ejercicio tienen un impacto directo e inmediato sobre cómo nos encontramos. “En cuatro o cinco días después de realizar un cambio de alimentación ya empezamos a notar una mejoría del nivel de energía, lo que se traduce en una mejora del estado anímico, la concentración y el rendimiento en el trabajo, una parte que todavía es muy importante en nuestra vida” explica.
A principios de este año, Munar publicó su primer libro “Reinas sin reglas” (Grijalbo, 2023), en el que ofrece consejos nutricionales para mujeres a partir de los cuarenta. Esta nutricionista explica que la decisión de escribirlo llegó al no encontrar textos dirigidos a la población general que trataran de forma específica la alimentación durante esta etapa. “Las mujeres a las que atiendo llegan super perdidas y las que me siguen en redes sociales también tienen las mismas preguntas” asegura Munar.
La autora explica que esta obra está basada en su experiencia en consulta y en la revisión de estudios sobre el tema para ofrecer consejos con “base científica en un lenguaje muy sencillo que cualquier mujer puede aplicar en su día a día”.
La razón por la cual Bárbara Munar se especializó en este tema es muy ilustrativa de cómo la mayoría de las mujeres enfocan la perspectiva de perder su capacidad de reproducción. Después de dedicarse al periodismo, Munar decidió estudiar una segunda carrera pasados los 35 años, lo que implicaba simultanear estudios, trabajo y familia. Un esfuerzo que derivó en un cansancio extremo que su médico reconoció como indicativo de una posible menopausia temprana.
Pese a que finalmente no fue el caso, Bárbara asegura que se asustó “muchísimo, pensando que ya estaba vieja y que era el fin de la mujer femenina… en fin, todos los mitos que hemos ido escuchando durante muchos años”. “Aproveché que estaba estudiando nutrición para absorber todo lo que me explicaban sobre la menopausia y me especialicé porque igual que yo había sentido miedo, muchas mujeres hoy en día siguen teniendo miedo a esa etapa, sus efectos y a cómo vivirla” explica.