Los fisioterapeutas suspenden con un 3 sobre 10 la cantidad y calidad del material de protección que han tenido a su disposición, viéndose obligados seis de cada diez a reutilizar las mascarillas FPP-2 o FPP-3 para atender a las miles de personas afectadas por el coronavirus. Los resultados del estudio avalan las denuncias realizadas por la organización sindical desde el inicio de la crisis sobre las repercusiones que iba a tener en la salud y seguridad de los profesionales de Fisioterapia el hecho de que, al igual que sus compañeros enfermeros, no contasen con el suficiente material de protección ni se realizaran las pruebas diagnósticas de la Covid-19 necesarias.
Por un lado, el estudio señala que siete de cada diez profesionales de Fisioterapia encuestados han trabajado durante la crisis sanitaria (74,9%) y que cerca de siete de cada diez han tenido contacto con pacientes diagnosticados o sospechosos de coronavirus (67%). De los fisioterapeutas encuestados, uno de cada cuatro aseguran haber tenido síntomas de la enfermedad, en concreto, un 26,26 por ciento. En cuanto a las pruebas de detección de la enfermedad, solo tres de cada diez (32,40%) afirman que le han realizado más de una prueba, mientras que a un 47,49 por ciento le hicieron una, y a un 20,11 por ciento ninguna.
Pruebas diagnósticas
Las pruebas realizadas han sido PCRs en el 47,55% de los casos, test rápidos, en el 56,64% y estudios serológicos, en el 46,85%. En lo que respecta a la protección con la que han contado para realizar su trabajo, la cantidad y calidad del material disponible ha sido valorado por los profesionales durante las peores semanas de la pandemia con 3,74 puntos sobre 10, siendo muy mal puntuada (de 0 a 4) por 6 de cada 10 fisioterapeutas (62,57%). Ahora sigue siendo percibida con una media de 5,7 y es suspendida por un 27,93% de los profesionales encuestados.
Los fisioterapeutas suspenden la cantidad y calidad del material de protección
De otro lado, cerca de seis de cada diez profesionales han tenido que reutilizar la mascarilla FPP-2 o FPP-3 (59,78 por ciento), mientras que cerca de cuatro de cada diez han reutilizado las batas impermeables (38,55%), y el 14,53 por ciento los trajes de buzo de los de un solo uso.Asimismo, ocho de cada 10 fisioterapeutas participantes en la encuesta consideran que habría necesitado más información y formación sobre el manejo de los Equipos de Protección Individual (81%). Cuatro de cada 10 declaran no haber recibido ningún tipo de información y formación al respecto (42,46%).
Denuncias y quejas
El estudio realizado por la empresa Sondea también concluye que más de un 16% de las profesionales de Fisioterapia han realizado alguna denuncia, escrito de queja o similar respecto a los EPIs o cualquier otra circunstancia relacionada con su seguridad. De otro lado, casi el 9% de los profesionales de Fisioterapia ha necesitado ayuda psicológica.
Por último, la encuesta pregunta a las fisioterapeutas sobre la implicación de la Consejería de la que dependen, en el caso de trabajar en la sanidad pública, y le dan una nota media de 3,68 sobre 10. En lo que respecta a su valoración de la gestión del centro sanitario o sociosanitario durante la crisis sanitaria, le ponen un 4,68 sobre 10. Puntúan con un 5,6 sobre 10 a la implicación de su responsable o mando superior. “El estudio supone un muestra más de que, lamentablemente, la falta de previsión y diligencia de las autoridades competentes ha puesto en grave riesgo a la salud y seguridad de los fisioterapeutas, así como la de las personas de su entorno, como familiares o amigos, algo que no puede volver a ocurrir en el caso más que probable de una nueva oleada de este grave problema de salud pública”, concluyen desde SATSE.
Estudio entre enfermeras
Unas 74.000 enfermeras y enfermeros han sufrido la Covid-19 en nuestro país, 5.500 de manera grave. Solo a tres de cada diez se les ha realizado más de una prueba diagnóstica de esta enfermedad a lo largo de la crisis sanitaria. Los profesionales suspenden con un 3 sobre 10 la cantidad y calidad del material de protección. Las pruebas realizadas han sido PCRs en el 56,22% de los casos; test rápidos en el 53,70% de los casos y estudios serológicos en el 46,41%. Tres de cada cuatro enfermeras necesitarían más información y formación sobre el manejo de los EPIs (76,32%).