SATSE advierte que la irrupción de la viruela del mono en España y otros países europeos, como Reino Unido, Suecia, Italia o Portugal, supone un nuevo “toque de atención” de que, en cualquier momento y de manera imprevista, podemos enfrentarnos a una crisis de salud publica de imprevisibles y desconocidas consecuencias para la seguridad y salud de más de 47 millones de personas.
Según informan los expertos, esta enfermedad de presencia desconocida en nuestro país hasta la fecha puede llegar a ser grave en personas vulnerables, como aquellas con sistemas inmunitarios débiles, mujeres embarazadas y niños pequeños, y provocar adenopatías (inflamación o hinchazón en los ganglios linfáticos), que pueden ser muy dolorosas. Su contagio se produce a través del contacto cercano con la persona infectada, gotitas respiratorias y materiales contaminados (ropa de cama, toallas, utensilios de cocina…)
Déficit estructural
En este sentido, el Sindicato de Enfermería, subraya que, ante una realidad sanitaria cambiante, impredecible y llena de nuevos riesgos y peligros, nuestro sistema sanitario sigue “malviviendo” con un déficit estructural y crónico de recursos y medios, los cuales son cada vez más escasos a pesar de que las necesidades asistenciales y de cuidados del conjunto de la sociedad son cada vez mayores y seguirán aumentando con el paso de los años.
“Todos los expertos y especialistas consultados advierten que la pandemia del Covid-9 no será, lamentablemente, la última y coinciden en la urgente necesidad de reforzar y mejorar nuestro sistema sanitario para evitar que nuevas crisis sanitarias conlleven tanto dolor y sufrimiento para cientos de miles de personas como el vivido en los dos últimos años”, apuntan desde la organización sindical.
No obstante, todas las advertencias y recomendaciones desde el mundo científico y sanitario están cayendo, una vez más, “en saco roto” para el conjunto de gestores públicos y políticos que, “en lugar de poner en marcha con capacidad de reflejo estrategias reales de prevención y de incremento y optimización de recursos y medios, se limitan a cruzar los dedos esperando que durante su mandato o legislatura no pase nada”, afirma SATSE.
Políticas de desinversión
Claros ejemplos, apunta, son el descenso del gasto sanitario público ya anunciado a Europa por parte del Gobierno hasta llegar al 6,7 por ciento en 2025, mientras la media en Europa está en el 10 por ciento, o las políticas de desinversión en personal sanitario, especialmente de enfermeras y enfermeros, que están ya ejecutando, o prevén hacer, la práctica totalidad de las comunidades autónomas.
Al respecto, el Sindicato de Enfermería incide en que los responsables públicos y políticos siempre confían en que el conjunto de la ciudadanía tenga la “memoria muy corta” y no recuerde los compromisos adquiridos tiempo atrás, algo especialmente grave cuando se trata de medidas y actuaciones que afectan a lo que mas nos importa a todos como es nuestra salud, bienestar integral y calidad de vida.
Graves consecuencias
“Lo mejor que saben hacer nuestro dirigentes y políticos es reflejar en un documento un ambicioso listado de compromisos con términos grandilocuentes y ostentosos, que finalmente no se implementan ni ejecutan con las recurrentes excusas de que compete hacerlo a su rival político o que se hará a medio y largo plazo”, asegura la organización sindical.
SATSE confía en que la viruela del mono no origine graves consecuencias en la salud ciudadana y sistema sanitario, como así parecen apuntar los expertos consultados, pero insiste en que debe considerarse, en todo caso, como una indudable señal de aviso que debería llevar a la acción a gobiernos y partidos bajo el principio de “más vale siempre prevenir que curar”.