Conocedora de esta situación, la enfermera gestora de hemodinámica del Área de Enfermedades del Corazón del Hospital de Bellvitge e investigadora del IDIBELL, Elena Calvo, decidió liderar este estudio en el que se compararon dos grupos de pacientes. Todos eran mayores de 75 años y habían sido sometidos a una intervención coronaria percutánea por infarto de miocardio. La diferencia es que el primero de ellos recibió el seguimiento habitual, pero al segundo se le realizó una intervención enfermera específica diseñada para reforzar su adherencia al tratamiento.
Formación específica y seguimiento
Tres meses después de recibir el tratamiento, su enfermera les realizó una entrevista educativa a la que también asistían sus familiares o cuidadores. La duración de esta reunión fue de unos 40 minutos y se centró en explicar una serie de recomendaciones y medidas sencillas para mejorar o mantener la adherencia al tratamiento prescrito.
Aquellos pacientes con escasa o nula movilidad también formaron parte del estudio ya que el equipo de enfermería, o bien se dirigió a su domicilio para realizar la intervención, o realizaron el encuentro vía telefónica. Además, a los 6 meses se pusieron de nuevo en contacto con todos ellos para comprobar su estado y cómo seguían el tratamiento.
Transcurridos 12 meses, se midió la adherencia conseguida a través varios indicadores:- Dos tests de valoración.
- El número de asistencia a las visitas en el hospital.
- Los datos de retirada de medicamentos de la farmacia.
Los resultados mostraron que los pacientes que recibieron la intervención enfermera específica el porcentaje de adherencia al tratamiento se situó en el 51,9%, mientras que solo el 21,5% de los pacientes con el seguimiento de enfermería habitual alcanzaron un buen seguimiento.
Se confirma así la importancia de la labor investigadora y educativa de la enfermería en el trabajo relacionado con la adherencia de los pacientes. Las enfermeras y enfermeros representan un papel fundamental en la tarea de informar y estimular al paciente, para que éste tenga un papel activo en su propia salud.
Una enfermería cada vez mejor formada y más volcada en su capacidad de investigación para ayudar, desde su posición, a seguir avanzando en el cuidado de los pacientes.