La prevención, el mejor freno a la conducta suicida

La prevención, el mejor freno a la conducta suicida

El suicidio se previene o se llora. La falta de recursos y medios destinados a su prevención y la ausencia de una estrategia a nivel nacional, impiden reducir hoy este grave problema de salud pública que se lleva cada año la vida de más de 3.500 personas en España.

El Día Mundial de la Salud Mental 2019 se centra en la prevención del suicidio. Según la OMS cada 40 segundos se suicida una persona en el mundo. Cada año, cerca de 800 000 personas fallecen por esta causa, y otras muchas intentan suicidarse. Cada suicidio es una tragedia que afecta a una familia, a una comunidad o a todo un país y que tiene consecuencias duraderas en las personas cercanas a la víctima. El suicidio no respeta edades y es la segunda causa de defunción entre los jóvenes de 15 a 29 años.  El lema elegido es «Aunemos esfuerzos para prevenir el suicidio».

El suicidio es la primera causa de muerte externa en España

La situación en España no dista mucho de la realidad internacional. El suicidio es la primera causa de muerte externa en nuestro país. La tasa se sitúa en un  7,9 por 100.000 habitantes. En 2017, último año de registro en el INE, el número de suicidios aumentó alrededor del 3% respecto al año anterior, con 3.679 muertes, lo que lo convierte en uno de los mayores problemas de salud pública, según el propio Ministerio de Sanidad.

Estrategia nacional

Pese a eso, a nivel nacional no contamos todavía con una estrategia de prevención del suicidio del SNS. Y eso a pesar de que España, junto al resto de los Estados Miembros, se comprometieron en el Plan de acción sobre salud mental 2013-2020 a trabajar para alcanzar la meta mundial de reducir las tasas nacionales de suicidios en un 10% para 2020. Nuestro país no está entre los 38 que han incorporado esta estrategia.  El Ministerio de Sanidad, y su titular, María Luisa Carcedo, espera tener lista en unos meses una línea estratégica para la prevención del suicidio. Será dentro de una nueva actualización para 2019-2024 de la Estrategia Nacional de Salud Mental. Está dirigida a prevenir, detectar precozmente y atender la conducta suicida. Contará con un teléfono de atención a las víctimas y un registro de las tentativas de suicidio que asegure la coordinación con atención primaria y salud mental.

Plano autonómico

Sí hay experiencias  en el plano autonómico, así lo detalla la Fundación Española para la prevención del Suicidio. Entre las primeras, destacamos el protocolo realizado en Asturias y  los planes realizados en Castilla – La Mancha, Comunidad Valenciana, Euskadi y Extremadura.

Esta Fundación destaca que si las campañas de prevención han influido, por ejemplo,  en la reducción de casos en accidentes de tráfico, también pueden conseguirse en este caso.

Signos de la conducta suicida

Andoni Ansean, psicólogo y presidente de la Sociedad Española de Suiciologia, en una entrevista realizada a Enfermería tv, explicaba cuáles pueden ser las señales de alarma que pueden hacernos pensar que una persona está planeando una conducta suicida.

La OMS insiste en actuar en cuatro líneas de acción:

  • Tomar conciencia sobre la magnitud del suicidio como problema de salud pública mundial.
  • Informar sobre lo qué podemos hacer para prevenirlo
  • Combatir el estigma asociado con el suicidio
  • Hacer saber a las personas que están pasando por momentos difíciles que no están sólas

Anseán también insiste en la necesidad de que todos los profesionales sanitarios cuenten una formación continuada sobre la conducta suicida.

Más recursos y profesionales especializados

El Sindicato de Enfermería, con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, pide la implantación de la figura de la enfermera especialista en salud mental en las comunidades autónomas de manera progresiva, ordenada, con criterios similares y respetando los derechos de todos los profesionales. SATSE subraya la importante y necesaria labor que desarrollan las enfermeras y enfermeros, tanto en los centros sanitarios y sociosanitarios como en los domicilios particulares, al ayudar a sus pacientes a aceptar y convivir con su enfermedad, así como a identificar cuándo están en una situación de riesgo.

 

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