Un estudio realizado por SATSE concluyó que la sobrecarga y tensión asistencial a la que enfermeras y enfermeros fueron sometidos durante la pandemia por Covid-19 propició que siete de cada diez profesionales de la enfermería afirmen sufrir el síndrome del profesional “quemado” y casi nueve de cada diez se sientan estresadas. Además, la ansiedad, el temor o la angustia son otras de los problemas de salud mental que afectan a la práctica totalidad de las enfermeras.
El Sindicato subraya la importancia de trabajar en la prevención y no solo cuando ya ha surgido el problema. Además señala que, hasta la fecha, la labor de los servicios de prevención de riesgos laborales se ha centrado solo en los riesgos físicos del trabajo pero no se han tenido en cuenta los de carácter psicosocial.
SATSE considera que, dada la mayor sensibilidad social existente hacia los problemas de salud mental, es el momento de propiciar la puesta en marcha todas las actuaciones necesarias en los hospitales para evitar que los sufran los profesionales sanitarios.
Más expuestas
El Sindicato considera que las difíciles condiciones laborales en las que la enfermería desarrolla su trabajo conllevan a que las enfermeras estén más expuestas a todo tipo de riesgos, entre ellos, los psicosociales. Los cambios reiterados de sus turnos o de los servicios en los que trabajan, así como de su planificación laboral, hacen imposible la conciliación de la vida laboral y personal. Otras de las circunstancias que soportan diariamente son trabajo nocturno, atender a un número elevado de pacientes al mismo tiempo, la complejidad de los procesos y el uso extensivo de medicación y tecnología.
SATSE defiende también que se realice una labor de detección de los profesionales que tienen necesidades especiales de cara a una posible adaptación de su puesto de trabajo. Es el caso, por ejemplo, del personal con patologías previas, edad avanzada, alguna discapacidad, personal especialmente sensible o en estado de gestación.
Para conseguir este objetivo, el Sindicato considera fundamental el aumento del número de profesionales que trabajan en los servicios de prevención de riesgos laborales porque, en la actualidad, están infradotados. Esta falta de personal conlleva que no puedan hacer ni una labor preventiva completa, ni una evaluación más adecuada de los puestos de trabajo existentes.
Además, SATSE aboga por que haya una mayor dotación de Enfermería del Trabajo dada su cualificación, experiencia y conocimiento de los entornos laborales en los centros hospitalarios.